5 viernes de Cuaresma solidarios “con las debilidades y posibilidades de la pandemia”

5 viernes de Cuaresma solidarios “con las debilidades y posibilidades de la pandemia”
Las personas mayores, las personas pobres; el trabajo; la fragilidad humana y las relaciones sociales en relación con la pandemia son los cinco temas para reflexionar, orar y comprometerse con un gesto solidario los próximos cinco viernes de Cuaresma.

Los movimientos de Acción Católica de la diócesis de Segorbe-Castellón, entre los que está la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC), han organizado cinco viernes Cuaresma para promover una experiencia de encuentro con Jesucristo y de fraternidad con los hermanos y las hermanas. En este tiempo especial para los cristianos y las cristianas, proponen trabajar desde las situaciones concretas que tenemos a nuestros alrededor y en relación con la pandemia, con las personas mayores, las personas pobres; el trabajo y los trabajadores; la fragilidad humana y las relaciones sociales.

Calendario y situaciones

Los viernes de Cuaresma comienzan el próximo el 26 de febrero, con la situación de las personas mayores. Son el colectivo más vulnerable y cuyas consecuencias son: la soledad, el aislamiento, la alta mortalidad… Continuará el 5 de marzo, con las personas pobres. Su situación se ha visto agravada y más familias se han visto abocadas a la pobreza. El siguiente viernes, 12 de marzo, el tema será el trabajo y los trabajadores. Las principales consecuencias son la pérdida de puestos de trabajo, los ERTE, una mayor precariedad… Los trabajos mal remunerados y poco valorados han sido y están siendo imprescindibles. El 19 de marzo, la situación es la fragilidad humana. Esta pandemia nos ha tocado a todos y nos plantea establecer una relación más humana y fraterna, sobre todo con las personas más vulnerables, con enfermedades crónicas o con discapacidad. Y, finalmente, el 26 de marzo, la temática será las relaciones sociales, limitadas durante todo este tiempo y que nos emplaza a ser imaginativos para recuperarlas y cuidarlas.

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Dinámica concreta

La dinámica que proponen pretende intensificar la identidad cristiana y la misión evangelizadora en medio de esta pandemia, “sintiendo, pensando y viviendo como Cristo vivió”. Es propio de la Cuaresma vivir el ayuno, la oración y la limosna. El ayuno de los viernes de Cuaresma son gestos que nos ayudan a identificarnos con el sufrimiento y la muerte de Cristo. En este sentido, la convocatoria diocesana invita a compartir, al menos, el ahorro que supondrá “alimentarnos de forma austera, sin superar los 3€ por persona“. La cantidad que cada uno considere, la destinará a causas solidarias relacionadas con los temas de cada viernes de Cuaresma.

La oración es el instrumento para sentirnos unidos a Cristo, presente en los que más sufren: “todo lo que hagáis por uno de estos más pequeños, por mí lo hacéis” (Mt 25). Orar juntos, vivir estos viernes solidarios en grupo, en las parroquias, movimientos y asociaciones, ayudará a despertar la conciencia y a vivir como discípulos y discípulas del Señor. La propuesta emplaza a la oración y la reflexión para “alejar de nosotros algunas actitudes que dificultan la cercanía y acompañamiento de personas y colectivos vulnerables ante esta pandemia” y crecer en fraternidad.

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