El reconocimiento efectivo al mundo del trabajo y el impulso de una agenda social transformadora, prioridades del 1º de Mayo

Los sindicatos vuelven a convocar un Primero de Mayo con manifestaciones y concentraciones “con total y absoluta garantía de los protocolos de seguridad”. Ahora toca cumplir. Un país en deuda con su gente trabajadora es el lema.

Unai Sordo y Pepe Álvarez, secretarios generales de CCOO y de UGT, respectivamente, han comparecido ante los medios de comunicación para presentar el manifiesto y la convocatoria del Primero de Mayo que este año, a diferencia del año pasado que la pandemia impidió el desarrollo habitual de movilizaciones, volverá a las principales calles y plazas de las ciudades del país.

Las tres claves de la convocatoria son ofrecer un homenaje a los trabajadores y las trabajadoras esenciales; impulsar una agenda social, ya comprometida por el Gobierno, que sitúe a las personas en el centro de las prioridades, promueva el trabajo decente y la protección social; y, emplazar a las organizaciones empresariales a renovar el Acuerdo por el Empleo y la Negociación Colectiva (ANC).

Los líderes sindicales han expresado la importancia de la convocatoria destacando el otorgar “la máxima relevancia al mundo del trabajo y al reconocimiento explícito a todas las personas trabajadoras” que han participado en el cuidado del conjunto de la sociedad desde los momentos más duros del confinamiento. Un homenaje a todos los que han permitido tener “abierto el país”, según Álvarez, para que el reconocimientos social y el aplauso de ayer, se convierta en un reconocimiento efectivo con “la subida de los salarios, la estabilidad en el empleo y el reforzamiento de los servicios públicos”, ha subrayado Sordo.

Toca cumplir

Ambos dirigentes han puesto en valor las medidas pactadas, por la vía del diálogo social, como han sido gran parte de las medidas del llamado “escudo social” y que han protegido a las personas, el empleo y el tejido productivo y cuyo máximo exponente ha sido los ERTE “un buen instrumento”, opina Álvarez, que ha repercutido positivamente en una menor destrucción de puestos de trabajo. Queda camino por recorrer y es ahora cuando toca cumplir con la urgente puesta en marcha de una agenda social que acometa la reconstrucción social del país.

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En este sentido, los fondos europeos que se van a destinar a la recomposición social y transformación del país, son esenciales para impulsar una agenda social. Con un modelo productivo y de relaciones laborales cuya piedra angular sea el trabajo decente, frente al desempleo, la enorme temporalidad y precariedad sistemática. Para ello, “es urgente retomar la negociación para derogar la reforma laboral de 2012”, según asevera Sordo, que permita recuperar derechos colectivos, recuperar el equilibrio en las relaciones laborales y regular la causalidad de la contratación. Una agenda que se completa con una apuesta decidida por un sistema público de pensiones; por la mejora de las redes de protección laboral y social (subida del SMI, mejora del desempleo, plan de choque contra la siniestralidad, igualdad salarial, flexibilidad interna).

Hacerse cargo de la negociación colectiva

Álvarez y Sordo han realizado un llamamiento a las organizaciones empresariales a sentarse a dialogar con el objetivo de buscar un nuevo acuerdo por el empleo y la negociación colectiva, para afrontar una salida justa y equitativa de la crisis y avanzar en los procesos de modernización y adaptación de nuevas realidades que se están produciendo en el mundo del trabajo.

 

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