Trabajadores cristianos asisten a la manifestación en defensa del sistema público de pensiones

Trabajadores cristianos asisten a la manifestación en defensa del sistema público de pensiones
Militantes de la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) de diferentes diócesis participaron en la manifestación realizada en Madrid, el sábado 16 de octubre, secundando la convocatoria de la Coordinadora Estatal para la Defensa del Sistema Público de Pensiones (COESPE).

Miles de pensionistas llegados de todas las comunidades autónomas del país participaron, desde el mediodía del sábado, en la movilización convocada por la Coordinadora Estatal para la Defensa de las Pensiones Públicas (COESPE) y tenía el apoyo de sindicatos, movimientos sociales y personalidades del mundo de la cultura y la política. Militantes de la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) “han aportado su grano de arena, su ser levadura en la masa” para que “gobierno quien gobierno, lo público y las pensiones se defienden”.

Las principales reivindicaciones de la convocatoria, según la nota de Marea Pensionista de Catalunya, son:

– Exigir una auditoría independiente de las cuentas de la Seguridad Social que demostraría que, sin pagar los «gastos impropios», el sistema público de pensiones tendría superávit.

– Rechazar la reforma de pensiones impulsada por el Gobierno, mediante el acuerdo con los sindicatos mayoritarios y la patronal, que penalizaría la jubilación anticipada y retrasaba la edad de jubilación más allá de los 67 años.

– Oponerse a la privatización de las pensiones mediante los planes privados de empresa.

– Reclamar igualar las pensiones mínimas con el salario mínimo, acabar con la brecha de género y mejorar las pensiones de viudedad.

El éxito de la manifestación de hoy muestra la voluntad de los pensionistas de defender las pensiones actuales y futuras y su determinación a continuar a movilizarse.

Asegurar una jubilación digna

La encíclica Caritas in veritate, en la definición de trabajo decente que realiza el papa Benedicto XVI, señala que el trabajo sea expresión de la dignidad esencial de todo el mundo; un trabajo libremente elegido que asocia efectivamente los trabajadores, hombres y mujeres, al desarrollo de su comunidad; un trabajo que de esta forma básica los trabajadores sean respetados evitando toda discriminación; un trabajo que permita satisfacer las necesidades de las familias y escolarizar a los hijos sin que se vean obligados a trabajar; un trabajo que consienta a los trabajadores organizarse libremente y hacer oír su voz; un trabajo que deje espacio para reencontrarse adecuadamente con las propias raíces en el ámbito personal, familiar y espiritual; un trabajo que asegure una condición digna a los trabajadores que llegan a la jubilación.

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