Unai Sordo: La reforma laboral se va a modificar “sí o sí”

Unai Sordo: La reforma laboral se va a modificar “sí o sí”
La sesión inaugural del 12 Congreso Confederal de CCOO ha servido para sacar músculo organizativo, pero también para estimular el debate de las ideas en un mundo en cambio, en el que la dignidad del trabajo está amenazada y van en aumento los discursos de odio. Sordo ha insistido que la reforma laboral se va a modificar “sí o sí” en las próximas semanas.

Además de la presencia de autoridades, políticos y empresarios, así como de representantes de organizaciones internacionales, sociales y eclesiales, como la HOAC y la JOC, han intervenido el músico Miguel Ríos, que actuó en directo, y la escritora Elvira Lindo, que envió un videomensaje.

Aunque todavía guardando las distancias de seguridad, subieron al atril diversas personalidades del mundo sindical, empresarial y político, cuyos discursos se han ido alternando con proyecciones en la pantalla gigante, entre las que no faltó la grabación del presidente del Gobierno de España, que ha dado por hecha la reelección de Unai Sordo como secretario general de CCOO.

Tan apabullante ha sido la puesta en escena que el propio secretario de Organización, Fernando Lezcano, ya en la conformación del plenario, aconsejó a los delegados sin experiencia previa, más de la mitad de los asistentes, que sobre todo centraran su atención en atender los problemas y las aspiraciones de las personas trabajadoras.

Después de los lógicos elogios al esfuerzo de los trabajadores esenciales y sindicalistas, y el recuerdo emocionado de las personas que nos han dejado, durante la pandemia, los diversos oradores, desde el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi a la Vicepresidenta Económica, Nadia Calviño, han alabado la capacidad de negociación de CCOO, su contribución a la democracia y paz social y su esfuerzo por la transformación social.

Muy significativa ha sido la apelación de la representante del Gobierno a la voluntad del sindicato, para acordar las reformas pendientes, como la regulación de la subcontratación o la redacción de un nuevo estatuto de los trabajadores del siglo XXI.

Entrando ya en el contenido del Congreso, Unai Sordo, ha comenzado agradeciendo y reconociendo los esfuerzos desplegados para enfrentar la pandemia, como no podía ser menos, de la ha dicho que “hemos salido y vamos a salir”, porque contamos con una gran clase trabajadora capaz de sobreponerse a las adversidades, “como ha sido siempre”.

Ha alabado el civismo de la ciudadanía, ejemplar en su gran mayoría, la sanidad y protección social públicas, la acción protectora desplegada gracias a los ERTE, pero sobre todo, la corresponsabilidad demostrada por los sindicatos y organizaciones empresariales en la elaboración de las medidas paliativas adoptadas por las administraciones públicos.

Aumentar la protección social

Aunque ha afirmado que “España ha hecho un esfuerzo fiscal sin precedentes” que ha permitido que el empleo caiga menos, por primera vez durante la crisis, que la actividad económica, ha admitido que no se han llegado a proteger todas las situaciones de necesidad.

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Con la vista puesta en el futuro, ha reclamado mejoras de los servicios públicos, del sistema de la seguridad social, pero sobre todo nuevas reformas, pensadas para las personas, concertadas a través del diálogo social, capaces de anticiparse a las transformaciones productivas y de empleo que ya se intuyen.

En este sentido, ha señalado que “los recursos europeos y la finalidad con la que se han creado representan una magnífica oportunidad”, si se utilizan bien y se moviliza la inversión privada, por lo que ha reclamado al gobierno que evalúe la posibilidad inmediata de utilizar también los créditos a bajo coste que la Unión Europea ofrece a los países, lo que podría suponer que la riqueza nacional en 2024 sea la que estaba prevista, antes de la pandemia, y se podrían generar unos 800.000 empleos adicionales.

Esos créditos blandos deberían servir, en su opinión, para “una acción vigorosa en materia de transformación productiva y social, cambio en el modelo energético, impulsando el autoconsumo y la eficiencia medioambiental en edificios y viviendas, etc., etc..”

Transiciones justas

Pero ha abogado por que se “refuercen los espacios de participación, interlocución y diálogo social para desarrollar las políticas estratégicas que hagan más eficaces esas políticas”. También ha destacado la importancia de responder a las nuevas necesidades formativas, ante la desaparición de viejos empleos, la creación de otros nuevos y el cambio en las competencias que harán falta en aquellos que se mantengan.

En su opinión, hacen “falta políticas activas de empleo en las que los los agentes sociales puedan jugar su papel para facilitar la transición productiva y de empleo”, para lo cual ha ofrecido la disposición al diálogo social permanente, su apoyo a las políticas de transformación, pero también el cambio del “marco regulatorio de las relaciones”, que debe ser “diametralmente diferente” al actual que, recordó, “se ideó para la devaluación salarial”.

Además, ha señalado que no se puede perder de vista la desigualdad a la hora de adoptar políticas públicas y ha calificado de error la creencia de que es el crecimiento lo que vertebra una sociedad: “la desigualdad es un disolvente de la democracia. Es muy simple: el deterioro material y de expectativas de la mayoría social, la incertidumbre y la vulnerabilidad de la gente, son caldo de cultivo para el odio y la extrema derecha”.

A su juicio, es el momento de hacer un mayor esfuerzo por combatir la precariedad laboral, la inseguridad vital y la incertidumbre de las personas, de modo que los grandes riesgos que suponen las transformaciones en marcha no acaben por dejar atrás a cada vez más sectores de la población.

 

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