Justicia con las víctimas del amianto

Justicia con las víctimas del amianto
Foto: Selim Arda Eryilmaz (unsplash)

El hecho

«Yo me vine de Madrid porque era la oportunidad de trabajar en mi pueblo. Todos teníamos la sensación de que nos había tocado la lotería por poder trabajar en Uralita. Teníamos 24 años y lo único que queríamos era trabajar. Nunca nos dijeron nada de la peligrosidad del amianto. En los inicios, comíamos el bocadillo encima de los sacos de amianto (…) Uralita amasó una fortuna y nosotros perdimos la salud y algunos la vida».

Contenido exclusivo para personas o entidades suscritas. Para seguir leyendo introduce tus datos o suscríbete aquí. Si no los recuerdas, haz clic aquí

También puedes leer —  En la vida y en la muerte, somos del Señor (Rom 14, 8)
¿Necesitas ayuda? ¿Algo que aportar?