Dolors Comas, experta en cuidados: «La organización de los cuidados es insostenible»

Dolors Comas, experta en cuidados: «La organización de los cuidados es insostenible»
Dolors Comas
Dolors Comas, catedrática de la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona, ha coordinado el estudio El cuidado importa, una extensa investigación de lo que ha sucedido a raíz de la pandemia en el sector de los cuidados, en la que también se proponen soluciones para no repetir los mismos errores.

¿Qué ha revelado la pandemia en cuanto a la situación de los cuidados en nuestro país?

El sistema está montado sobre injusticias de género e injusticias sociales, está desproporcionadamente centrado en las familias, en las mujeres y el empleo de cuidados es precario. Los cuidados están organizados sobre una base que no se puede sustentar.

Un año después del inicio de la pandemia, se registraron 30.000 muertes por COVID en las residencias. En los primeros meses, el 70% de los fallecimientos por COVID en España estaban en residencias. Un año después eran el 40%. Esta sobremortalidad se ha dado en otros países europeos, pero en España ha sido más virulenta.

Las residencias son un tipo de lugar que es caldo de cultivo para infecciones, vivir juntos, compartir espacios, se propaga fácil un virus. En España, se han acumulado años de recortes con las políticas de austeridad y Gobiernos del PP que no creen en este sistema. El sistema está infrafinanciado.

¿Qué aprendizajes para la sociedad en su conjunto ha ofrecido la pandemia respecto a las necesidades de atención a las personas?

La pandemia nos ha puesto frente al espejo y nos hemos tenido que ver en él. Básicamente ha fallado la coordinación sociosanitaria. Se condujo la pandemia desde el sistema sanitario y se dejó de lado al sector de los cuidados, hasta que estalló la crisis de las residencias.

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Las familias viven los cuidados de puertas adentro, no se ve y no se le da importancia. Arrastraban falta de recursos antes y durante la pandemia, se cerraron centros de día, se disminuyeron los servicios de ayuda a domicilio, algunas empleadas de hogar fueron despedidas o no podían acudir…

Prestar un cuidado intensivo a una persona con dependencia elevada, que requiere 24 horas, todos los días, ha sido un sufrimiento enorme. Imaginemos lo que implica quedarse sin apoyos. Además, las familias han tenido que confrontarse con cuestiones sanitarias pequeñas, pero para las que no estaban preparadas. Esta parte no la hemos visto.

Hemos visto que el modelo residencial no puede seguir así, es obsoleto. Cuando una persona ingresa en una residencia deja de decidir por ella misma, ha de adaptarse al servicio. La mayor parte de estos centros son muy asépticos, las personas no tienen sus pertenencias, sus muebles, no son espacios de vida…

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