Cuatro claves que Jesús propone y practica…
Ya Lucas nos introduce en la vida pública de Jesús que comienza en Nazaret, donde el resultado no fue bueno, pero sí marca, con el texto de Isaías, su programa (4,14-21): el Espíritu no solo es el que le engendra, es el que le guía, le mueve para la misión del reinado de Dios donde las personas empobrecidas son las preferidas de ese Dios al que él enseña a experimentar como Padre.
Y sube a Cafarnaúm, una aldea pequeña situada en un lugar estratégico, muy bien comunicada y situada en una zona fronteriza al norte del lago de Galilea. Y poco a poco, Jesús la convierte en su pueblo y genera vínculos con pescadores, con publicanos, militares, prostitutas… gente relacionada con el puerto y la frontera; gente sencilla fundamentalmente, aquellas no aceptadas en la sinagoga por profesiones poco recomendables según la Misná: «No debes enseñar a tu hijo el oficio de arriero o de camellero, o de barbero, o de marinero, o de pastor, o de tendero porque sus profesiones son profesiones de ladrones» (1).
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Consiliario general de la HOAC
