El neoliberalismo falla en Sudamérica

El neoliberalismo falla en Sudamérica

En todo el mundo, el proyecto neoliberal no responde a los deseos de la mayoría de la población. Enérgicamente proclamado por Gobiernos y empresarios comprometidos con el capital especulativo, privatizador, depredador y basado en una agenda de reducción de la acción estatal, este proyecto ha resultado ineficaz para la clase trabajadora desde los años ochenta.

No trajo más que miseria, no solo a los latinoamericanos, sino al mundo entero. Lo hemos visto con el paso de tornados en ciudades norteamericanas: este fenómeno natural ha mostrado la dura realidad social y económica de las personas que viven por debajo del umbral de la pobreza, en la tierra donde nació el Consenso de Washington.

Lo que no ha funcionado: nuestros movimientos lo han señalado desde la década de 1990. A través de numerosos seminarios de formación que tenían como programa «El proyecto neoliberal y sus impactos en la vida de la clase trabajadora», hemos advertido. Lamentablemente, la voz de los poderosos, de los dueños del capital, a través de sus poderosos medios, se ha escuchado con más fuerza. Sin embargo, el proceso histórico no es una línea recta, siempre viene en ciclos, a veces con dos pasos hacia adelante que pueden ser seguidos por tres pasos hacia atrás. Y esto es lo que ha sucedido en nuestra América Latina desde la invasión de los europeos a finales del siglo XV: masacre, muerte y saqueos. Sumisión de los pueblos originarios, esclavitud y mucha explotación. Muchos fueron a la lucha: Túpac Amaru, Zumbi, legítimos representantes de los pueblos indígenas y negros, pero también Simón Bolívar, San Martín, Che Guevara. Latinoamericanos que soñaron con la Patria Grande, la patria donde estamos, y que queda por construir. La derrota del imperio del Norte en Bahía de Cochinos (Cuba) a principios de los años 60, pero también pequeñas pero significativas victorias, como la de Salvador Allende en Chile en 1971, Hugo Chávez en Venezuela en 1998 son signos de esperanza. Más recientemente, Luis Inácio Lula da Silva (Brasil 2002), Néstor Kirchner (Argentina 2003) y Cristina Kirchner (Argentina 2007), Evo Morales (Bolivia 2006), Rafael Correa (Ecuador 2009) y José Mujica (Uruguay 2010) en sus respectivos países, así como la derrota del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) todo esto, logrado en la primera década de este siglo, prueba que el sueño de Bolívar sigue vivo y coleando.

Ahí lo tienes: un nuevo ciclo progresivo se perfila a principios de los años veinte de este turbulento siglo XXI. Si el neoliberalismo se ha metido en la bolsa el fascismo, la negación y la barbarie, el viento de la democracia vuelve a soplar en estas partes del continente. El regreso de la izquierda en Bolivia y Argentina, la victoria del maestro indígena Pedro Castillo en Perú y el regreso de Lula a la escena política en Brasil muestran lo vivos que estamos, lo importante que fue nuestro trabajo en el medio popular. También muestra cuánto nos han ayudado las palabras del Papa latinoamericano Francisco a orientar nuestras luchas.

Y, para finalizar nuestro escrito, citemos a Chile, laboratorio del proyecto neoliberal en el sur de América, en ese momento al mando del sanguinario dictador Augusto Pinochet, acabamos de elegir a Sérgio Boric, liderazgo y fruto de nuestras luchas. Espero que cuando se publique este texto, el Chile de Víctor Jara y el padre Juan Alcino esté bajo el nuevo Gobierno.

 

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