Sinodalidad social para construir una cultura de seguridad y salud positiva en el trabajo

Sinodalidad social para construir una cultura de seguridad y salud positiva en el trabajo
Un nutrido grupo de trabajadoras y de trabajadores cristianos convocados por la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) de Córdoba realizan un gesto público para conmemorar el Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el trabajo

La HOAC de Córdoba ha querido este año hacer realidad este lema de la OIT de “actuar juntos para construir una cultura de seguridad y salud positiva” desde un planteamiento y trabajo sinodal. Para ello, acompañada de las organizaciones, movimientos y delegaciones que forman la iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente en la diócesis (ACO, Hermandades del Trabajo, JOC, Cáritas, Equipos Parroquiales de Pastoral Obrera, CONFER, Manos Unidas, Secretariado de Pastoral del Trabajo, y Delegación de Migraciones) y con presencia, también, de miembros de la Asociación de Víctimas de Accidentes y Enfermedades Laborales de Andalucía (AVAELA), sindicatos y otras organizaciones sociales, ha llevado a cabo un gesto público teatralizado en el centro de la capital cordobesa.

Dicho gesto, ha sido concebido:

  • Para dar visibilidad a las víctimas de accidentes y enfermedades laborales que suelen permanecer ocultas y silenciadas a nivel social.
  • Para denunciar que el trabajo, que debe ser fuente de vida se convierte, en demasiadas ocasiones, en instrumento de muerte drástica o en mecanismo agónico que, a través de las enfermedades profesionales, cotidianamente nos roba la salud y la vida.
  • Para reivindicar que la organización de nuestro mercado de trabajo, la economía y las políticas productivas y de empleo estén al servicio de la vida de las personas trabajadoras y no del beneficio económico.
  • Para anunciar que la Iglesia de Jesucristo no pasa de largo ante el sufrimiento humano y que, ante la lacra de la falta de salud en el trabajo, alza una voz profética para denunciar la injusticia que sustenta nuestro modelo productivo y renovar nuestro compromiso en la defensa y promoción del trabajo decente y saludable.

En el acto se puso de manifiesto que “las víctimas de esta economía asesina no son olvidadas para el Dios de la misericordia, porque la resurrección tiene para nosotros y nosotras unas profundas implicaciones políticas”. Y se ratificó nuestra voluntad sinodal para ser capaces de “hacer brotar la solidaridad y la justicia con el mundo obrero y del trabajo… de hacernos cargo de las personas caídas en el camino, cargar con ellas y encargarnos de ellas. En este tiempo de emergencia social, de crisis permanente, es el tiempo de los hechos, el tiempo de involucrarnos con las víctimas, de reconocernos como parte de ellas”.

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Por último, el presidente de la HOAC de Córdoba, Manuel Díaz, expresó la firme voluntad de que lo realizado “no puede quedar solo en un gesto simbólico, sino que debe ser un paso más en la lucha por unas condiciones de vida y trabajo dignas para el ser humano. Todas las personas estamos llamadas a esta tarea. Es ahí donde debemos encontrarnos codo con codo… Hoy más que nunca necesitamos una Iglesia que esté anticipando el Reino de Dios y su justicia. Una Iglesia que, junto a otras organizaciones civiles, sindicales y sociales, empuje la historia para que todas las personas tengan vida”.

 

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