La HOAC de Andalucía pide votar por el trabajo decente, el bien común y el cuidado de la creación

La HOAC de Andalucía pide votar por el trabajo decente, el bien común y el cuidado de la creación
La Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) de Andalucía, movimiento de trabajadoras y de trabajadores cristianos, reclama “políticas para el bien común y la sagrada dignidad de las personas empobrecidas”. Comparte una reflexión sobre la situación de la comunidad autónoma y los criterios “que como cristianos y cristianas nos parece importantes tener en cuenta a la hora de decidir nuestro voto” en las próximas elecciones del 19 de junio

Como es habitual en cada convocatoria electoral, este movimiento de trabajadoras y de trabajadores de la Iglesia ha publicado una reflexión que analiza la situación de “empobrecimiento y desigualdad” que existe en Andalucía, recuerda el magisterio del papa Francisco y, “desde esta perspectiva evangélica”, comparten una serie de criterios “que nos deben ayudar a discernir ante las distintas propuestas de los partidos para estas elecciones”.

Empobrecimiento, desigualdad social e individualismo

La HOAC de Andalucía denuncia la realidad de empobrecimiento y desigualdad social “que, lejos de desaparecer, aumenta en muchos de los ámbitos sociales, laborales y vitales de las personas”.  El alto desempleo, la precariedad laboral y la falta de derechos sociales, según indican los datos del informe FOESSA, constata que la exclusión ha aumentado más de un 36% y alcanza ya a más de 2,2 millones de personas, “unas vidas que bien conocemos y compartimos en nuestros ambientes de trabajo, barrios y pueblos”. Es la constatación de que “vivimos inmersos en una economía y en una cultura del descarte” (cf. EG, 53), subrayan, recordando al papa Francisco.

Además, este movimiento de la Iglesia considera que “el individualismo que fomenta nuestro sistema social”, provoca una débil participación y una indiferencia ante los problemas colectivos, alertando que es este contexto donde proliferan “los mensajes que fomentan el odio al ‘diferente’, basados en los bulos y las noticias falsas; y que incluso están calando en la clase trabajadora y humilde”.

“Sabemos que las cosas pueden cambiar”

Este movimiento de la Iglesia incardinado en el mundo obrero, “movidos por el Evangelio de Jesús y la Doctrina Social de la Iglesia”, tiene presente que esta situación puede cambiar, como de forma esperanzada señala el papa Francisco en Laudato si’ (nº 13), para lo cual, hay que comprometerse y participar, también ante la urgencia de “avanzar en una valiente revolución cultural” (LS, 114), rechazar esta “economía de la exclusión y la inequidad. Esa economía mata” (EG, 53), ya que trae como consecuencia que “grandes masas de la población se ven excluidas y marginadas, sin trabajo, sin horizontes, sin salida” (LS, 53). Añaden que “mientras no se resuelvan radicalmente los problemas de los pobres, renunciando a la autonomía absoluta de los mercados y de la especulación financiera y atacando las causas estructurales de la inequidad, no se resolverán los problemas del mundo y en definitiva ningún problema” (EG 202).

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Criterios para ayudar a discernir el voto

La HOAC de Andalucía plantea seis criterios para ayudar a discernir ante las distintas ofertas electorales que concurren a las elecciones:

  1. Prioricen sobre las necesidades vitales de las personas y de las familias, con propuestas de creación de empleo digno por encima de otros intereses.
  2. Propongan y apliquen leyes laborales que respeten la dignidad de la persona que realiza el trabajo; actúen contra los accidentes y enfermedades laborales, la precariedad, el paro y la exclusión, y tengan en cuenta la realidad de los “barrios ignorados” de Andalucía.
  3. Promuevan el desarrollo de un tejido empresarial y productivo al servicio de la sociedad y sus necesidades, y fomenten la economía social y sostenible.
  4. Prioricen el mantenimiento y desarrollo de los servicios públicos, apuesten por una fiscalidad justa, en la que los que más tienen contribuyan más, para poder mantener una sanidad, educación, vivienda, dependencia, servicios sociales… dignos, universales y de calidad; con apoyo a las familias, especialmente a las más desfavorecidas.
  5. Fomenten una producción y una economía que cuide el bien común, el cuidado de la casa común y la paz, favoreciendo un consumo más humano y justo, y fomentando la economía de los cuidados.
  6. Trabajen para que las instituciones andaluzas sean transparentes, favoreciendo la participación de todas y todos en las decisiones y evitando la corrupción política.

En definitiva, la pregunta que surge es “qué programas políticos están más cerca de las personas paradas, sin techo, migrantes, con trabajos precarios, desahuciadas de sus viviendas, con pensiones bajas…?”, concluyen.

 

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