El “alto desempleo estructural”, la precariedad y los accidentes laborales impiden el acceso a un trabajo decente

El “alto desempleo estructural”, la precariedad y los accidentes laborales impiden el acceso a un trabajo decente
La iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente (ITD), por octavo año consecutivo, se suma a la convocatoria de la jornada mundial para reclama un trabajo decente que “cuide de las personas, del bien común y del planeta”.

El manifiesto Sin compromiso no hay trabajo decente, presentado este jueves, para la Jornada Mundial por el Trabajo Decente que se realiza el 7 de octubre —en el caso de ITD, alrededor de esa fecha—, denuncia que “el alto desempleo estructural”, la precariedad, las condiciones administrativas irregulares y los accidentes laborales impiden a miles de trabajadores y de trabajadoras acceder a un trabajo decente.

En su texto, la iniciativa señala que la situación inflacionista “provocada inicialmente por el aumento desmesurado de los beneficios de las empresas de energía, tiene como consecuencia directa el crecimiento del coste de la cesta de la compra y de la vida”, que “no pueden soportar los salarios” de los trabajadores y las trabajadoras, y amenaza la recuperación del empleo.

Recuperación centrada en las personas

Además, ponen en valor los avances que se han producido con determinadas políticas “fruto de la negociación y el acuerdo social”, que han permitido una “recuperación centrada en las personas y en el trabajo decente”. En este sentido, considera que esta senda “es positiva”, pese a que “aún quedan demasiadas situaciones de vulnerabilidad de derechos vinculados al trabajo en nuestro país”.

Sin trabajo decente

La iniciativa apunta cuatro situaciones de vulnerabilidad que impide el acceso a un trabajo decente:

El alto paro estructural. Una realidad que afecta a más de 2,9 millones de personas trabajadoras y a cerca de un millón de hogares (990.000) y que “exige” compromisos concreto a Gobierno, agentes socioeconómicos y a cada uno de nosotros para “para garantizar el derecho al trabajo.”

Las condiciones precarias que fundamentalmente, padecen las mujeres y las personas jóvenes. Los contratos temporales a 3,8 millones (22,3%) y a tiempo parcial a 2,5 millones (14,7%).

Es el caso de Rosa, una joven bióloga de 29 años que consiguió emanciparse hace apenas un año con su pareja. Esta educadora ambiental hace malabares todos los meses para llegar a fin de mes. “Es una situación que vivo con agobio, ya que hay semanas que compagino cuatro trabajos, uno más estable por las mañanas y otros por las tardes y fines de semana. Es frustrante ver cómo a veces ni con todo mi esfuerzo es suficiente para ahorrar por si viene un mes malo. La temporalidad, el pluriempleo, la inestabilidad horaria. No entiendo por qué las jóvenes tenemos que sufrir una precariedad tan denigrante para intentar tener una vida digna”.

Precariedad que además se agrava en el “trabajo informal” de, al menos, medio millón de trabajadores y trabajadoras migrantes que se ganan el pan en situación administrativa irregular.

La siniestralidad laboral. “Es un escándalo que dos personas trabajadoras mueran todos los días en nuestro país”, denuncian desde ITD. En el año 2011, 611 personas trabajadoras murieron en accidente laboral. Una “tragedia tan extendida”, en palabras del papa Francisco.

Objetivo: crear trabajo decente

El objetivo irrenunciable es la creación de trabajo decente. A este respecto, la iniciativa recuerda y apoya la propuesta del Papa de “estudiar la reducción de la jornada laboral (sin que ello redunde en bajada salarial)…” y consideran que “el trabajo que se desarrolle en el ámbito de los cuidados y [debe] convertirse ya en trabajo decente”. Y reclaman al gobierno y los agentes socioeconómicos a “comprometerse con el empleo de calidad”.

Una segunda propuesta es articular redes de solidaridad (como el ingreso mínimo vital, etc…) “más ágiles y accesibles” que permitan que nadie se quede atrás mientras esperan una oportunidad para acceder a un trabajo decente.

En relación a la siniestralidad laboral, las entidades de inspiración católica que promueven esta iniciativa, solicitan que “se incorpore a la agenda política, se atiendan las causas y se busquen soluciones” a esta plaga “que se puede evitar”.

Para la situación administrativa irregular de 500.000 trabajadores y trabajadoras migrantes, piden una regularización extraordinaria. En este sentido ITD se suma a la Iniciativa Legislativa Popular promovida por la plataforma #RegularizaciónYA

Finalmente, ITD emplaza a personas e instituciones a comprometerse con el trabajo decente para que este sea posible.

#AvanzamosXelTrabajoDecente

Alrededor de la fecha del 7 de octubre, ITD convoca diversos actos de carácter “reivindicativos y celebrativos” en las diócesis. Además, como gesto público y participativo, animan a que cada uno, cada una, pueda comprometerse.

Para sumar visibilidad en esta jornada, invitan a caminar juntos corriendo, andando, paseando… con un dorsal creado para esta acción; hacer una fotografía para compartir en las redes sociales con la etiqueta #AvanzamosXelTrabajoDecente (en Twitter, Facebook e Instagram); y sumar la distancia recorrida aquí.

 

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