Interiorizando el sueño de trabajo digno

Interiorizando el sueño de trabajo digno
Después de dos años de pandemia, por fin hemos vuelto a disfrutar y vivir en comunidad nuestros queridos y apreciados Cursos de Verano.

Empiezo a vivirlos desde que salgo por la puerta de mi casa, hasta que quedamos con los compañeros y las compañeras para ir juntos, ya se palpan las ganas del encuentro, disfrutamos del viaje en disposición de pasar unos días en buena compañía. Además, la llegada viene con acogida afectuosa desde que pasas por la puerta, por el reencuentro con nuestros hermanos y hermanas de la HOAC.

Voy dispuesta a sentir, escuchar, aprender, compartir, a nutrirme de todo lo que, con trabajo y esfuerzo, se prepara. Me siento muy agradecida y afortunada. Todo se cuida, el entorno y el silencio, todo preparado para que nada distraiga y podamos vivir la oración y el encuentro personal con el Padre desde la paz y el sosiego.

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