Inflación y salarios

Inflación y salarios
Foto | Engin Akyurt (unsplash)

Los ideólogos del capitalismo siempre han defendido que la economía es amoral, no se rige por criterios de moralidad o inmoralidad sino por unas leyes propias que funcionan automáticamente y hay que respetar. La Iglesia siempre ha mantenido lo contrario. Así lo recordaba Benedicto XVI: «El sector económico no es ni éticamente neutro ni inhumano o antisocial por naturaleza. Es una actividad del hombre y, precisamente porque es humana, debe ser articulada e institucionalizada éticamente». «La Doctrina Social de la Iglesia ha sostenido siempre que la justicia afecta a todas las fases de la actividad económica, porque en todo momento tiene que ver con el hombre y con sus derechos… Toda decisión económica tiene consecuencias de carácter moral» (Caritas in veritate, 36-37).

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