Las mejoras pendientes en el empleo del hogar: internas, prevención y regularización

Las mejoras pendientes en el empleo del hogar: internas, prevención y regularización
Un foro sobre el empleo del hogar valora la última reforma pero deja claro que todavía queda abordar la mejora de las condiciones de trabajo de las internas, de la prevención de los riesgos laborales, así como la necesidad de abrir un proceso de regularización extraordinario de personas extranjeras que actualmente trabajan en la economía sumergida.

Con la moderación a cargo del sacerdote de San Francisco Javier y consiliario de HOAC, Jesús Ángel Fernández, la iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente, organizó una mesa redonda titulada “Avanzando por un trabajo digno de las empleadas del hogar”. La mesa se celebró en el salón de actos de O Vello Cárcere de Lugo, permitiendo un diálogo fluido entre todos los participantes que expusieron sus puntos de vista sobre la situación de las empleadas de hogar y cómo avanzar en su dignificación.

Soledad Lucero, coordinadora general de la Red de Mujeres de América Latina, compartió su propia historia como protagonista del sector, hablando con voz propia, lo que permitió marcar el tono de las demás intervenciones, así como sensibilizar a los asistentes y las organizaciones participantes en la iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente sobre los retos pendientes de la reforma del empleo del hogar.

Aunque reconoció que el Convenio 189 de la OIT, ratificado recientemente por España, supone “una esperanza de cambio”, advirtió que hasta que no esté completamente desarrollado en el BOE no puede decirse que se haya materializado.

¿Quién cuida de las que cuidan?

También se preguntó quién cuida de estas trabajadoras que cuidan de otras personas y para qué mujeres, dado que la mayoría de estas trabajadoras cuentan con horarios extenuantes o se encuentran en la economía sumergida, se organizan los cursos y charlas teóricamente pensados para este colectivo. A pesar de los innegables avances, la trabajadora explicó: “nos sentimos discriminadas, nuestra lucha es desde hace años”.

El director provincial del Instituto Nacional de la Seguridad Social de Lugo, Juan José Rodríguez, destacó que la subida del salario mínimo representa una mejora importante que ha obligado a su instituto a llevar a cabo la actualización de las bases de datos de todas las empleadas del hogar, que, en Lugo, detalló, rondan las 3.000, para así poder actualizar los salarios sin sobrecargar de cargas burocráticas a los empleadores. Todavía hace falta avanzar para que sea más fácil dar de alta a una empleada del hogar y automatizar la revalorización de las cotizaciones. La Seguridad Social cuenta con una página web con información accesible para favorecer el proceso de contratación.

También el Ayuntamiento de Lugo ha publicado una guía de información orientada al trabajo al hogar, tal y como explicó la concelleira de Muller, Igualdade e Xuventude de Lugo, Silvia Alonso. En su opinión, la visibilización y el hacer oír la voz de las propias trabajadoras es fundamental para lograr la equiparación total de derechos de este colectivo, lo que entiende como parte de sus competencias, junto a la sensibilización de la sociedad sobre xenofobia, racismo y clasismo con que a veces son tratadas. Recordó la política que el ayuntamiento está preparando ya la celebración del 30 de marzo, Día del Trabajo en el Hogar, e invitó al colectivo lucense a tomar la palabra ese día.

La sindicalista de CIG, Laura Arrojo, insistió en que, a pesar de ser una labor fundamental, el empleo del hogar y de los cuidados, en su gran mayoría, es hoy en día un trabajo precarizado en el que las discriminaciones tienen mucho que ver con el hecho de que fundamentalmente recae sobre las mujeres. Reconoció que, cuando se plantearon hacer reuniones para informar a las empleadas del hogar sobre la nueva ley, descubrieron pronto las dificultades para establecer un horario adecuado, ya sus jornadas ocupan casi todas las horas del día. Es de la opinión de que las últimas reformas suponen un paso adelante que se debe, entre otras razones, a la sentencia recientemente aprobada por el reconocimiento de la discriminación por razón de sexo en este sector.

Su compañera, Ana Pereiro, secretaría de Política Social de UGT, coincidió en señalar a este colectivo de mujeres como especialmente invisivilizadas, a pesar de que, en la pandemia, entre las actividades esenciales estaban las que llevan a cabo las empleadas del hogar. De hecho, gracias a su trabajo, se facilita la conciliación de la vida familiar y laboral, a costa, eso sí, en no pocas ocasiones, de su propia conciliación. Además, alabó que hayan pasado de no tener derechos a conseguir avances, gracias a que han ido perdiendo el miedo a reclamar. También explicó que, desde el sindicato, proporcionan asesoramiento jurídico al colectivo. Todavía, denuncia, hay un porcentaje altísimo sin asegurar.

La también sindicalista, Carmen Seoane, secretaria de Igualdade de de Muller de CCOO, añadió que, a raíz de la sentencia se acercan más empleadas del hogar para conocer mejor cómo hacer valer sus derechos. Eso sí, puntualizó, desde el sindicato, tienen las manos atadas para que inspección de trabajo pueda investigar lo que pasa realmente en los domicilios. Puso como ejemplo, las jornadas de 12 horas que hacen algunas trabajadoras, cuando en realidad solo cotizan por cuatro horas. Además, se preguntó cuándo se les podrá aplicar la totalidad de la ley de prevención. Eso sí, admitió que han pasado de considerar que era un colectivo que estaba condenado a la precariedad crónica a ver un poco de luz.

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La situación de las internas

Javier de Cominges, el letrado vigués que logró que la justicia europea declarase discriminatoria la norma española que regulaba el trabajo del hogar, dijo en su intervención, que en muchos casos las personas empleadoras no tienen conocimiento de la ley, fundamentalmente, la gente mayor, en situación de dependencia. No obstante, especificó, las trabajadoras del hogar en régimen de interna llegan vivir situaciones cercanas, cuando no plenamente, de esclavitud.

Aprovechó este foro para pedir medidas eficaces para lograr la prevención de los riesgos laborales específicos a los que se enfrentan las trabajadoras, que en algunos casos llegan a sufrir agresiones y abusos sexuales. En su opinión, dada la condición de mujer de la mayoría, hay que tener en cuenta la prevención desde la perspectiva de género, algo que, criticó, está sin desarrollar normativamente. Los avances en esta y otras materias que afectan a las empleadas de hogar no deben demorarse más, ya que, resaltó, si las empleadas de hogar se declaran en huelga una semana, se paraliza la vida económica del país.

Para Laura Arrojo, de CIG, la tramitación de la reforma del empleo del hogar ha pecado de falta de transparencia, puesto que el decreto no se tramitó como ley y no se contó con las empleadas de hogar, ni con los sindicatos. También criticó que la prestación por desempleo no vaya a tener efecto retroactivo. Anotó, igualmente, que todavía no se han abordado las enfermedades profesionales de este sector, ni se ha resuelto la intervención de la inspección de trabajo. Igualmente, criticó que no se haya legislado abiertamente sobre la situación de las internas. Por ello, piensa que “hay muchos pasos que urge dar.

Rodríguez, del Instituto Nacional de la Seguridad Social, abundó en el hecho que hoy en día las empleadas de hogar dedican buena parte de su jornada a cuidar de personas mayores y quiso salir al paso de los bulos que hablan de la supresión de las bonificaciones a las familias. Para este empleado público, sería necesario reforzar la laboral de mediación con los empleadores que son mayores para que entiendan la normativa. De igual manera, hizo hincapié en la necesaria vigilancia y denuncia de ofertas de trabajo que no se ajustan a la ley. Así, relató que hay empresas que pagan 44 euros por noche de cuidados en hospitales, por ejemplo, cuando el mínimo, incluidas las cotizaciones, está en 110 euros.

La regularización de las personas extranjeras

Puso especial énfasis en detallar que la falta de regularización de las personas extranjeras está impidiendo su acceso a un contrato con plenas garantías y a la protección de la legislación laboral. Desde su punto de vista, hace falta abrir un proceso extraordinario para regularizar su situación, en primer lugar, por razones obvias de justicia, pero también porque son necesarios para el propio sistema productivo.

Para Soledad Lucero, la trabajadora del hogar, sigue siendo imprescindible la toma de conciencia tanto entre el colectivo como entre la ciudadanía. Sigue siendo necesario el trabajo en red de un modo muy consciente, porque, argumentó, “cuando estamos emponderadas y en red no estamos solas”. Eso sí, echa de menos una actitud más proactiva de sindicatos y administración, porque todavía son las trabajadoras las que han de ir en su búsqueda.

También puntualizó que más que vulnerables, en realidad, están vulneralizadas, circunstancia que cambia cuando “tomamos conciencia de nuestra situación, tomamos la palabra y nos agrupamos. Hay mucho poder en la construcción en red, conózcannos, acérquense, nos molesta mucho que nos miren desde el paternalismo”, clamó.

La sindicalista de CCOO, Carmen Seoane, se mostró partidaria de reforzar los canales de información y comunicación para escuchar los problemas reales, al tiempo que celebró foros como en el que se encontraba para empezar a establecer puentes. Una opinión compartida por su compañera de UGT, Ana Pereiro, que volvió a destacar la importancia de visibilizar todas las organizaciones que trabajan por los mismos objetivos y de mantener un contacto más estrecho.

Cooperación entre colectivos

La también sindicalista Laura Arrojo, de la CIG, enmarcó las dificultades que tienen las organizaciones sociales en el profundo individualismo de la sociedad y la falta de una cultura organizativa que, por encima de las diferencias lógicas, logre aunar esfuerzos a favor de reivindicaciones comunes como puede ser el trabajo digno.

La concejala, por su parte, apostó por fomentar la conciencia de que en los hogares de nuestro país hay auténticas profesionales empleadas de hogar que realizan su trabajo con gran dedicación, mientras que el letrado Cominges alabó la convocatoria de encuentros como este, para acercar la administración a los colectivos que más necesitan su mediación y defendió que el decreto del empleo del hogar se aplique y se desarrolle en toda su extensión, porque es la manera de promover un cambio colectivo.

Para la trabajadora del hogar, Soledad Lucero, quedó claro que “la información da poder y la información transforma”, por lo que apostó por consensuar objetivos concretos que puedan llevarse a cabo gracias al compromiso compartido y consolidar la voluntad de querer dignificar las vida de tantas mujeres.

 

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