Razones para democratizar la empresa

Este ha sido un verano donde se han visibilizado, en forma de riesgos, algunos de los desafíos más importantes que abordamos como especie: el cambio climático, la destrucción irreversible de ecosistemas, la guerra, la penuria energética.

Un creciente malestar aumenta en nuestras sociedades vinculado a la incertidumbre, a las dificultades para entender lo que está pasando y al temor a un futuro que se presenta poco promisorio.

Una buena parte de nuestras sociedades entiende que las instituciones políticas, partidos políticos, organizaciones sindicales y otras no les representan. Una consecuencia visible es la creciente polarización de nuestras sociedades, una fractura que amenaza la convivencia y la cohesión.

Otra consecuencia llamativa es la consolidación de un «voto del rencor» que capitalizan partidos de extrema derecha y que se ha convertido en un auténtico desafío para los sistemas democráticos. Cómo demostró la presidencia de Trump y el asalto al Capitolio, hablamos de una extrema derecha que se ha comido casi todo el espacio de representación de la derecha democrática tradicional. Y se trata de una extrema derecha que solo considera legítimos resultados electorales que confirmen su victoria, si no es así, todo habrá sido un fraude.

Y en medio de este turbulento panorama, ¿tiene algún interés hablar de la democracia en la empresa? ¿Se trata, realmente, de una demanda ciudadana o, más bien, de un enunciado fuera de contexto?

Y, sin embargo, la democratización de nuestras sociedades era y seguirá siendo, con más motivos, un tema de enorme relevancia y necesidad. Entre otras razones para, tal y como señala Isabel Ferreras, evitar que la democracia parezca una excelente idea cuando las cosas van bien, pero acudamos a líderes poderosos si las cosas se tuercen y el futuro parece inseguro y amenazante^[1] .

Contenido exclusivo para personas o entidades suscritas. Para seguir leyendo introduce tus datos o suscríbete aquí. Si no los recuerdas, haz clic aquí

Pedro Chaves Giraldo

Profesor Universidad Carlos III de Madrid. Investigador del IELAT