El hermano pobre, universal e inacabado

El hermano pobre, universal e inacabado

El hermano inacabado: Carlos de Foucauld
Margarita Saldaña Mostajo
2022. Sal Terrae. 192 págs.

Siempre llama la atención la vida de Carlos de Foucauld a gente inquieta y a cristianos que toman en serio su fe. Sí, porque Carlos se desenvolvió en terrenos «no religiosos», y llenos de dificultades e impedimentos para el seguimiento de Cristo y, sin embargo, en esas circunstancias supo vivir con cercanía y silencio la vida cristiana a alturas insospechadas. Por otra parte, las distintas familias de Foucauld extendidas por el mundo entero, nos hacen ver, sin alardes y situadas en barrios periféricos, que es necesario, imprescindible el estilo de vida de nuestro santo para la Iglesia y el mundo. No cabe duda que la «Oración de Abandono»: «Padre mío, me abandono a Ti. Haz de mí lo que quieras…», con esa actitud contemplativa y humilde, ha contribuido al conocimiento y extensión de su persona y mensaje.

Vamos con el texto. El prólogo, de Mariola López, da suficientes razones para tomar en serio su lectura y en él ya empiezan a aparecer facetas del hermano Carlos: confianza ilimitada, caminos de humanización, incluso sombras e impaciencias (con ribetes de ermitaño, misionero y de hermano universal) que nos llevan de la mano a la lectura.

Llama la atención eso de «hermano inacabado» y Margarita Saldaña, autora, ya se encarga de explicarlo con precisión: «Desde esta perspectiva (de inacabado) la santidad considerada como perfección no implica necesariamente la consecución de un estado moral intachable y bien rematado sino, bien al contrario, la apertura sostenida de nuestra fragilidad hacia el horizonte de un amor siempre más grande que nosotros».

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