Francisco: “El trabajo atraviesa una fase de transformación que hay que acompañar”

Francisco: “El trabajo atraviesa una fase de transformación que hay que acompañar”
FOTO | (C) Vatican Media
“Os exhorto a mantener la mente y el corazón abiertos a los trabajadores, especialmente a los pobres e indefensos; dar voz a los sin voz; no preocuparos tanto por vuestros miembros, sino ser levadura en el tejido social del país, levadura de justicia y solidaridad”, ha dicho el papa Francisco en un mensaje al Movimiento de Trabajadores Cristianos (MTC) de Italia.

Francisco ha animado este viernes a los participantes del Movimiento de Trabajadores Cristianos, con motivo de su 50 aniversario, a “no caer en formas autocelebratorias”, sino “reconocer la acción del Espíritu Santo en los pliegues de su historia, no tanto en los acontecimientos llamativos, sino más bien en los humildes y cotidianos”. En este sentido, les ha propuesto un compromiso concreto sobre la cuestión del trabajo.

“Es importante que los trabajadores estén en parroquias, asociaciones, grupos y movimientos; que sus problemas se tomen en serio; que se escuche su llamado a la solidaridad. De hecho, el trabajo atraviesa una fase de transformación que debe ser acompañada. Las desigualdades sociales, las formas de esclavitud y explotación, la pobreza familiar por falta de trabajo o trabajo mal pagado son realidades que deben ser escuchadas en nuestros ambientes eclesiales. Son más o menos formas de explotación: llamamos a las cosas por su nombre. Os exhorto a mantener la mente y el corazón abiertos a los trabajadores, especialmente a los pobres e indefensos; dar voz a los sin voz; no preocuparos tanto por vuestros miembros, sino ser levadura en el tejido social del país, levadura de justicia y solidaridad”, ha planteado.

Solidaridad y subsidiariedad

En este sentido, Francisco ha subrayado que “los principios de solidaridad y subsidiariedad, correctamente combinados, son la base de una sociedad que incluye, no descarta a nadie y fomenta la participación. Sin subsidiariedad no hay verdadera solidaridad, porque se corre el riesgo de no dar voz a las capacidades, a los talentos que florecen en los órganos intermedios. Las familias, las cooperativas, las empresas, las asociaciones son el tejido vivo de la sociedad. Darles espacio y voz significa liberar energías para que el bien común sea fruto del compromiso y la solidaridad entre todos”, ha dicho.

El Papa ha insistido en que “nadie debe sentirse excluido” del trabajo: “Que no falte vuestro compromiso de promover el trabajo de las mujeres, de animar a los jóvenes a incorporarse al mundo laboral, con contratos dignos y no de hambre, de salvaguardar el tiempo y el respiro para la familia, para el voluntariado y para el cuidado de las relaciones. Por favor, ahuyenten todas las formas de explotación”.

Por último, el Papa les ha explicado que “no es solo tiempo de recoger frutos: es tiempo de volver a sembrar”. “Pues la difícil temporada que estamos viviendo nos lo exige, la pandemia y la guerra han hecho que el clima social sea más oscuro y pesimista”, ha concluido.

 

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