Si no te lo vas a poner, ¿para qué lo compraste?

Si no te lo vas a poner, ¿para qué lo compraste?
Foto | Cáritas
La Unión Europea estima que las compras de ropa se incrementaron un 40% entre 1996 y 2012, curiosamente –o no– el mismo porcentaje de ropa que cada europeo tenemos en el armario y que no hemos usado durante el último año.

La vida media de una prenda es de tres años y el 60% se desecha antes de que cumpla el primero. Este derroche genera una enorme cantidad de desechos textiles (en España, 12 kilos por persona y año), además del desperdicio de energía y recursos que supone fabricar bienes de tan efímera vida, como señalábamos hace un mes.

¿Qué pasa con la ropa que abandonamos? Existen unos contenedores con el logo de entidades sociales donde podemos dejarla para una segunda vida, cuya tarea de clasificar y distribuir da trabajo a personas en riesgo de exclusión. Una parte se reparte a quienes la necesitan, otra va a tiendas de segunda mano. El resto se exporta, sobre todo a África (el impacto en la industria local de los países de llegada lo dejamos para otro día).

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