El Apostolado del Mar lamenta el naufragio del pesquero Vilaboa Uno y se pregunta por la seguridad

El Apostolado del Mar lamenta el naufragio del pesquero Vilaboa Uno y se pregunta por la seguridad
“Lamentamos profundamente este nuevo dramático suceso, que plantea, una vez más, muchas preguntas en torno a la seguridad marítima y que causa tanto dolor y desconsuelo”, reza un comunicado firmado por el obispo de Tui-Vigo y responsable del Apostolado del Mar de la Conferencia Episcopal Española, Luis Quinteiro Fiuza, y el director del Departamento de Stella Maris, Ricardo Rodríguez Martos-Dauer.

En la madrugada del lunes, el barco Vilaboa Uno se hundió frente al Cabo Mayor, a seis millas de Santander. El centro de salvamento marítimo recibió un aviso a las 4.10 horas en el que se indicaba que la embarcación tenía dificultades por una vía de agua a bordo. Dos minutos más tarde, se activó la alerta de radiobaliza que suele implicar el hundimiento por lo que entraron en acción los equipos de Salvamento Marítimo que avisaron a los pesqueros de la zona para que acudieran al rescate.

Cuando llegó el Siempre Nécora, había hombres flotando gracias a los chalecos salvavidas en el mar, con síntomas de hipotermia, pero no pudieron hacer nada para impedir la muerte de dos marineros (español y otro de Ghana) y la desaparición de otro más, español de origen peruano, que todavía no ha sido encontrado a pesar de la operación de búsqueda emprendida.

Al menos, el Siempre Nécora consiguió rescatar a seis personas con vida más el cuerpo de otro de los  fallecidos. La lancha de prácticos de Santander rescató a otro hombre y el pesquero Ave Fénix al segundo cadáver. Un pescador de Senegal tuvo que ser ingresado con dolencias graves, aunque según las informaciones ha salido ya del hospital.

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El barco hundido contaba con 10 tripulantes, cuatro españoles y el resto de nacionalidad senegalesa, ghanesa y peruana. Su intención era faenar en zona de San Vicente de la Barquera, a la captura de caballa. Las condiciones marítimas no presentaban riesgo aparente.

“Desde Stella Maris – Apostolado del Mar de España, lamentamos profundamente este nuevo dramático suceso, que plantea, una vez más, muchas preguntas en torno a la seguridad marítima y que causa tanto dolor y desconsuelo”, se puede leer en el mensaje.

Al tiempo, expresan su deseo de hacer llegar a las familias directamente afectadas y a la comunidad marítima de Cantabria “nuestro afecto, nuestra oración y nuestra solidaridad. No hay palabras para describir el dolor de los familiares de las víctimas y la incertidumbre de los del desaparecido”.

El comunicado termina dirigiendo una oración a la Virgen del Carmen por todos ellos y destacando que lo sucedido coincide con la celebración de la Semana Santa, en la que “revivimos la pasión de Cristo, pero siempre a la luz de la Resurrección, que es fuente de esperanza en el amor infinito de Dios”.

 

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