La Huerta Molinillo: ecología y cuidados integrales
Hoy en día, no son muchos los proyectos de autoempleo surgidos en la crisis de 2008 que han sobrevivido. Aquella inestabilidad económica produjo mucho dolor y sufrimiento en las familias y una situación que invitaba poco a emprender proyectos sostenibles en el tiempo.
Con la crisis, muchos jóvenes vieron truncados sus procesos vitales y veían cómo la alargada sombra de un futuro incierto se cernía sobre ellos. Frente a respuestas pasivas o de refugio, la crisis fue también una oportunidad para que algunos, con inquietud transformadora y valentía para asumir nuevos retos, sondearan otras formas de trabajo y de autoempleo.
Este es el caso de Isabel Díez y Rafa Martínez, ambos ingenieros, industrial en el caso de Isabel y agrícola en el de Rafa, y militantes de Promoción Solidaria, una experiencia de vida comunitaria y crecimiento en la fe.
Ante las malas previsiones laborales, allá por el año 2011, comenzaron a construir una alternativa que pudiera ofrecerles un empleo a ambos, pero que también pudiera ser coherente con los valores que intentaban vivir día a día desde su comunidad.
Como tantas cosas en esta vida, una cosa es el propósito y otra la realidad. Fueron meses de planificación, de proyectos, de esquemas que llenaban hojas y hojas que chocaban con la tozuda realidad que más tarde o más temprano acabaría por tener que afrontar. Permisos, financiación, espacios, instalaciones…
Con el paso de los meses, el proyecto empezaba a llenarse de luces que se abrían paso en la oscuridad. Contar con una gran red de amigos y familiares, sobre todo, de su comunidad de procedencia, iba a facilitar el desarrollo inicial del proyecto.
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Presidente de la HOAC de Burgos
