María Morlanes, joven trabajadora: «Sé que mucha gente está peor, pero esta inestabilidad produce frustración y rabia»
María nació en Zaragoza hace 25 años, así que es una de las personas que sufrió las consecuencias de la pandemia justo al tiempo que terminaba su formación universitaria y quería acceder al mercado laboral como maestra, para lo que se había formado.
Como tantas de su generación, se ha tenido que enfrentar, compaginando trabajos y estudios, cíclicamente, a la precariedad: poca estabilidad, contratos muy parciales y jornadas que se alargan como el chicle, sin posibilidad de pensar en un proyecto de vida propio.
En 2022, FOESSA decía: «Se ha producido una juvenilización de la pobreza y la exclusión, con un claro empeoramiento de las personas jóvenes emancipadas. Los problemas de desempleo juvenil, las dificultades para la entrada en el mercado de trabajo con un salario digno y el deterioro de la relación entre los precios de la vivienda y los salarios iniciales de este grupo han dado forma a situaciones de mucho mayor riesgo que en la media de la población. Esos problemas han hecho, además, que una proporción creciente de los jóvenes permanezcan en el hogar de sus padres».
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Periodista.
Responsable de Comunicación de Cáritas Valencia.
Militante de la HOAC
