“No a la guerra y cercanía a todas las víctimas”

“No a la guerra y cercanía a todas las víctimas”
FOTO | ONU
El editorial No a la guerra y cercanía a todas las víctimas firmada por el director editorial del Dicasterio para la Comunicación del Vaticano, Andrea Tornielli, reafirma el rechazo de la Iglesia católica a la guerra y su compromiso inquebrantable de estar cercana a todas las víctimas de los conflictos.

El texto editorial, publicado en Vatican news, apunta a que desde los tiempos del llamamiento profético de Benedicto XV contra la “inútil masacre” de la Primera Guerra Mundial hasta las declaraciones recientes del papa Francisco “como una derrota para la humanidad”, la postura de la Santa Sede ha sido clara y firme: un contundente “no” a la guerra. Este compromiso se ha intensificado a medida que las amenazas bélicas y el uso de armas sofisticadas se han incrementado a lo largo del tiempo, “profundizado que no existen ‘guerras justas’ y que el derecho a la legítima defensa también debe ser proporcionado, como enseña el Catecismo de la Iglesia católica“.

En el contexto actual, marcado por la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania y el ataque “inhumano” de Hamás contra civiles israelíes, seguido por una contraofensiva israelí “que arrasó muchas casas en Gaza asesinando a miles de palestinos inocentes”, ha surgido crítica respecto a la actitud del Papa y la Santa Sede. Sin embargo, es crucial recordar que el Vaticano no adopta una posición “neutral” ni “equidistante”, como si “no fuera capaz de evaluar los aciertos y los errores de las partes en conflicto”. En cambio, busca la imparcialidad al no involucrarse directamente en los conflictos y, al mismo tiempo, estar cercana “no de quienes causan las guerras sino de quienes sufren, de quienes pagan las consecuencias de los conflictos, a los civiles asesinados, a los heridos, a las madres y los padres de los soldados caídos, a las víctimas inocentes del terrorismo y de las represalias”, destaca.

Alto el fuego y negociación para la paz

Andrea Tornielli destaca la necesidad de evitar la polarización, tanto en el ámbito de las guerras como en el mundo en general. Los medios de comunicación vaticanos, bajo su dirección editorial, se comprometen a seguir esta línea, buscando canales de diálogo con todas las partes involucradas, manteniendo abiertas las puertas a la esperanza de un alto el fuego y una negociación para la paz justa, “preocuparse por las víctimas inocentes, sea cual sea el bando en el que se encuentren, reflexionar sobre las causas más o menos remotas de un conflicto, evitar el uso de un lenguaje odioso y demonizador no significa en absoluto ignorar que hay un agresor y un agredido, ni mucho menos ignorar la legitimidad de la autodefensa”.

En un esfuerzo por ofrecer una cobertura periodística equilibrada, Tornielli reconoce la inhumanidad de los ataques terroristas y, al mismo tiempo, plantea preguntas sobre las respuestas armadas que resultan en un alto número de víctimas civiles. Hace hincapié en la importancia de separar los hechos de las opiniones y valorar voces críticas y menos ideológicas.

En última instancia, el editorialista subraya “las palabras proféticas del actual Sucesor de Pedro, que continúa advirtiendo a toda la humanidad contra el riesgo de una guerra global y la autodestrucción. Intentamos hacer periodismo separando los hechos de las opiniones y nuestras opiniones de las de los demás. Reportando estas últimas, dando voz a personalidades que nos parecen interesantes, no significa compartirlas. Más bien, significa tratar de comprender valorando las voces más críticas y menos ideológicas”, concluye.

 

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