“No digas que fue un accidente”

“No digas que fue un accidente”
Trabajadoras y trabajadores cristianos de Sevilla se concentran en señal de duelo y de solidaridad por la muerte de un joven trabajador debido a un siniestro laboral evitable

Este jueves, militantes de la Hermandad Obrera de Acción Católica diocesana, responsables de la pastoral del trabajo de la archidiócesis y miembros de la delegación sevillana de la Asociación de Víctimas de Accidentes Laborales y Enfermedades Profesionales (AVAELA) han realizado una concentración en señal de duelo por el siniestro laboral con resultado de muerte de un joven trabajador. Un gesto, con cruces de solidaridad con la familia, que, además, ha servido para denunciar la magnitud de esta problemática llamada siniestralidad laboral. Una realidad dura, injusta y tantas veces silenciada e ignorada.

El acto ha tenido presente a Faustino, un joven de San José, trabajador de la empresa SOFITEC desde hace “poco más de mes y medio, con un contrato en prácticas de carretillero”. En la lectura del texto, se recordó el trágico siniestro que acabó son su vida. “Cuando estaba a punto de finalizar su turno de noche, se quedó solo en una máquina que moldea piezas de metal de gran tamaño. Estaba realizando tareas de limpieza de la misma cuando los dos brazos articulados que manejan las chapas le atraparon causándole heridas muy graves, a causa de las cuales falleció”.

“La empresa –han continuado leyendo– en un gesto poco humanizador, ordenó limpiar la sangre de la máquina para que el siguiente turno no parara la producción”. En este sentido, convine recordar la reciente llamada de atención de los sindicatos sobre la actitud de la empresa ya que no permite el desarrollo de la libertad sindical, la defensa de las personas trabajadoras y la implantación de medidas negociadas de prevención de riesgos laborales.

Siniestralidad laboral evitable

Además, las entidades convocantes han querido subrayar la naturalización de la siniestralidad laboral mediante el lenguaje. Suele ser habitual que los medios de comunicación hablen de accidente laboral, “pero no es verdad”, apuntan, no es un “suceso eventual, es decir, fortuito, ocasional o esporádico. Un accidente ocurre de pronto y sin que se pueda evitar ni prevenir. Un accidente por definición, es una situación irremediable. Pero nada de eso es lo que le ocurrió a Faustino”.

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El atrapamiento por el manejo de maquinaria, “es uno de los tipos de percance más fácil de prevenir en un puesto de trabajo y por lo tanto perfectamente evitable”, señalan.

Se podría haber evitado “invirtiendo en prevención”, con formación, concienciación, con medidas de protección de la salud en el trabajo y evitar “poner en peligro el activo que más debe importarnos en la empresa: las personas que trabajan para ella”. En este sentido, el papa Francisco volvió a realizar, recientemente, un “llamamiento por la seguridad en el trabajo, esperando un mayor compromiso por parte de los responsables de la protección de los trabajadores”.

El sentido acto, en el que participaron la novia de Faustino y miembros de su hermandad, finalizó con un minuto de silencio.

 

 

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