Por la democracia

La Confederación Sindical Internacional (CSI) ha lanzado la campaña «Por la democracia».

En palabras de su secretario general, Luc Triangle, «La democracia en todo el mundo está gravemente enferma; vemos como aumenta el autoritarismo, las ideologías de extrema derecha, la influencia corporativa maligna en la política y el socavamiento de los derechos de los trabajadores».

En este contexto, la CSI quiere impulsar la acción conjunta de los sindicatos para defender los valores democráticos y los derechos de los trabajadores: «Juntos podemos dar forma a un mundo que valore la democracia, la justicia y la igualdad para todos». Para la CSI es esencial «un nuevo contrato social con valores democráticos y derechos de los trabajadores, para erigir una sociedad global justa y equitativa». Como señaló el último Congreso Mundial de la CSI, «un nuevo contrato social resulta más urgente que nunca, para que la economía esté al servicio de la humanidad y para salvar a las personas y al planeta de las amenazas de destrucción». Con ese nuevo contrato social la democracia podría ser reconstruida como una democracia real.

Según la CSI, el panorama es muy inseguro. Son particularmente preocupantes el descontrolado poder de las grandes corporaciones y el auge de las ideologías y partidos políticos de extrema derecha, con nuevas formas de fascismo. Las políticas capitalistas neoliberales han creado las condiciones para ello. El cada vez mayor poder corporativo está atacando las libertades sociales y sindicales, crece la represión de los derechos laborales y sindicales, se exacerban las desigualdades. El 60% de la población activa adulta a nivel mundial se gana la vida en la economía informal, sin acceso a la protección social ni a los derechos sindicales. Aumenta la desconfianza hacia a democracia y las instituciones políticas, particularmente entre los jóvenes, disminuye la participación electoral y aumenta el poder político de la extrema derecha. Con ello aumentan el nacionalismo, la xenofobia, la negación del cambio climático, las resistencias a una transición justa… Crecen las tensiones políticas y económicas, así como los conflictos armados. Más de 70 países corren peligro de colapso bajo el peso de una crisis de la deuda nunca resuelta. A todo ello se unen los riesgos sociales, económicos y políticos del crecimiento exponencial y desregulado de la tecnología, en particular la digital.

Es muy importante ser conscientes de estos desafíos y aunar fuerzas para defender la democracia. En ese sentido, la campaña de la CSI plantea tres niveles: La democracia en el trabajo, a través de la defensa de los derechos fundamentales en el trabajo, de la libertad de asociación, la negociación colectiva y el derecho de huelga, reforzando el poder de los trabajadores y las trabajadoras en sus lugares de trabajo. La democracia en la sociedad, defendiendo la libertad de expresión, sistemas fiscales justos, la igualdad de género, la protección social y servicios públicos de calidad. La democracia a nivel global, reformando las estructuras económicas internacionales para priorizar los derechos humanos, un sistema financiero global justo, la cooperación equitativa entre las naciones y la seguridad común pacífica.

Para todo ello, la CSI plantea la necesidad de un trabajo unido del movimiento sindical en defensa de la democracia en alianza con los demás movimientos sociales, ambientales y demócratas de todo el mundo. •

Paco Porcar

Militante de la HOAC