El Sínodo pedirá perdón por los pecados de la Iglesia y refuerza el ecumenismo
La segunda sesión de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, que se celebrará en Roma del 2 al 27 de octubre, estará precedida, además de por un retiro espiritual, por una vigilia penitencial y una oración ecuménica, antes de abordar el discernimiento que dará paso a la implementación de los acuerdos.
El secretario especial de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, Giacomo Costa, aclaró en la presentación del programa y objetivos de esta segunda sesión que los padres y madres sinodales tienen ahora que “indicar los pasos a seguir” sobre las cuestiones recogidas en el Instrumentum laboris, que deberán dilucidarse atendiendo a la “concreción”, la “variedad de los contextos locales” y la “riqueza de las experiencias sinodales ya en curso”.
El proceso sinodal encara así el final de su segunda fase, la del “discernimiento”, de las tres que lo componen, tras la “escucha” primera, y la “implementación” final, que empezará ahora a definirse, según las concreciones que resulten en la reunión del mes de octubre.
La asamblea sinodal abordará “cinco módulos”. Los cuatro primeros se corresponden con cada una de las secciones del documento de trabajo: Fundamentos, Relaciones, Caminos y Lugares, mientras que el quinto, de carácter conclusivo, se centrará en la discusión y aprobación del documento final. Los cuatro temas se abordarán en sesiones alternas en la asamblea plenaria (llamadas congregaciones generales) y en grupos de trabajo (los círculos menores).
El trabajo sinodal se repartirá en 36 grupos idiomáticos que, como en la sesión de 2023, seguirán “el método de la conversación en el Espíritu», con un facilitador experto, entre las que están la religiosa española María Luisa Berzosa y José San José Prisco, que ayudará “a la conversación desde un punto de vista metodológico sin entrar en los contenidos” que deberá presentar un breve resumen de conclusiones para trasladar a la siguiente Congregación General, ha detallado el también secretario especial de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, Giacomo Costa.
Las comisiones teológicas
Los asuntos más espinos, polémicos y todavía necesitados de más estudio y debate han sido encargados a comisiones teológicas que comunicarán a la asamblea la marcha de sus labores.
Son diez los grupos de estudio creados por el Papa el pasado mes de marzo para analizar las relaciones entre las Iglesias orientales católicas y la Iglesia latina, la escucha del grito de los pobres; el espacio digital; el sacerdocio; los ministerios; el papel de los obispos, vida consagrada y asociaciones de fieles; la función episcopal, la representación pontificia; el discernimiento; y la recepción de los frutos del camino ecuménico en la praxis eclesial.
Estos grupos comunicarán “lo que están haciendo, cuál es su plan de acción, cómo piensan profundizar en estos temas. Luego se entregarán los resultados al Papa”, ha explicado, el secretario general del Sínodo, el cardenal Mario Grech, que precisó ante los periodistas que “la asamblea ya ha sido escuchada, se han hecho peticiones y el Papa ha dicho: estos diez temas los tomaré y los confiaré a personas que puedan ayudarme a proponer algo a la Iglesia”.
Iglesia sinodal en misión
El cardenal insistió en que el objetivo del Sínodo “es cómo ser una Iglesia sinodal en misión. No se trata de dejar de lado, sino de ayudar a la Iglesia a dar un paso adelante”.
En paralelo a la celebración de la asamblea del sínodo se desarrollarán cuatro foros teológico-pastorales abiertos sobre “El Pueblo de Dios, sujeto de la misión”, “El papel y la autoridad del Obispo en una Iglesia sinodal”, “Las relaciones mutuas entre la Iglesia local y la Iglesia universal”, y el “El ejercicio del primado y el Sínodo de los Obispos”.
Cada foro abordará un tema relevante desde el punto de vista eclesiológico, relacionado con los contenidos del Instrumentum laboris, ha precisado monseñor Riccardo Battocchio, secretario especial de la XVI Asamblea General Ordinaria, y contará con la participación de teólogos, canonistas, obispos, personas implicadas también en asambleas de obispos, con las que se podrá dialogar.
Vigilia penitencial
Pero lo que más ha llamado la atención ha sido que la coordinación del sínodo ha incluido en su programa una celebración penitencial presidida por el Papa con los testimonios de tres víctimas de abusos, de la guerra y de la indiferencia ante las migraciones. Después tendrá lugar la confesión de algunos pecados para “reconocerse parte de aquellos que por omisión o acción se convierten en causa de sufrimiento, responsables del mal que sufren los inocentes e indefensos”, según Grech.
El Sínodo es un tiempo de oración, «no una convención», sino «una asamblea eclesial que reza», un tiempo para escuchar la Palabra de Dios y el Espíritu y también una oportunidad para implorar el perdón de Dios por los pecados de la Iglesia. Así ha presentado el cardenal Mario Grech, secretario general del Sínodo, esta segunda sesión de la Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, cuyo es el Espíritu Santo, como ha señalado.
El cardenal Grech explicó que esta segunda y última sesión del Sínodo sobre la Sinodalidad, como la primera, “estará precedida por dos días de retiro espiritual”, el 30 de septiembre y el 1 de octubre, en el Vaticano, dirigidos por las meditaciones del padre dominico Timothy Radcliffe y de la madre benedictina Ignazia Angelini, que animarán la oración durante los días del Sínodo, junto con el padre camaldulense Matteo Ferrari, encargado de las liturgias, y los monjes de Camaldoli.
A continuación, se ofrecerá una oración ecuménica, junto con Francisco, los delegados fraternos participantes y otros representantes de Iglesias y Comunidades eclesiales presentes en Roma, que tendrá lugar la tarde del 11 de octubre, de nuevo en el Vaticano, en la Plaza de los Protomártires, donde, según la tradición, tuvo lugar el martirio de Pedro.
La fecha pretende conmemorar la apertura, ese mismo día hace 62 años, del Concilio Vaticano II. Por último, el 21 de octubre habrá otra jornada de retiro espiritual con vistas al discernimiento sobre el borrador del Documento Final.
Escucha y comunión
Así, habrá “una alternancia de momentos de oración personal, de diálogo y comunión entre nosotros, comunión fraterna en la escucha y el amor mutuo, y comunión en la oración”, subrayó el cardenal Grech, que también invitó a las comunidades religiosas, especialmente a las de vida contemplativa, y a todos los fieles a rezar “para que los miembros de la Asamblea sean dóciles a la voz del Espíritu Santo”.
El cardenal Hollerich explicitó que la lista de participantes que “no presenta grandes cambios” respecto a la de la Primera Sesión. En total, los miembros, es decir, los que tienen derecho a voto, “son 368, de los cuales 272 están investidos del munus episcopale y 96 son no obispos”.
Ha habido 26 cambios, en su mayoría sustituciones, los invitados especiales son ocho y los delegados fraternos, otra novedad, han pasado de 12 a 16: “El papa Francisco nos ha permitido aumentar su número dado el gran interés que las Iglesias hermanas han mostrado en este camino sinodal”, ha detallado Grech.
Juan José Omella, arzobispo de Barcelona , en calidad de presidente de la Conferencia Episcopal pertenece al Consejo ordinario del Sínodo, mientras que Luis Argüello, arzobispo de Valladolid, Vicente Jiménez Zamora, emérito de Zaragoza y Francisco Conessa, obispo de Solsona, como miembros del episcopado español.
Mientras que por designación del Papa acudirán Enrique Alarcón García, en representación de la Fraternidad Cristiana de Personas con Discapacidad (FRATER), movimiento de Acción Católica especializada, Luis Miguel Castillo Gualda, de la basílica Sagrado Corazón de Jesús de Valencia, Cristina Inogés como teóloga y Eloy Bueno De la Fuente, de la vida consagrada. También asiste, en calidad de invitada Eva Fernández, coordinadora del Foro Internacional de Acción Católica (FIAC).
Redactor jefe de Noticias Obreras