El trueno estalla en la cumbre del aire cuando tiemblan las manos, sus noches son de estío todavía, y la brisa benévola en su tentativa final nos deja la mirada
«Somos soledades en convivencia» —María Zambrano Ojalá el desencanto no cierre los caminos, ni dudas ni lamentos arruinen corazones solitarios. Porque el aliento impredecible, que nos remueve lo hondo, ofrece
Qué fácil es decir lo que no es con ese giro que toma el torbellino de las opiniones vulgares y destrozar el hecho real… ¿A quién le importa la verdad?
Que tu voz nos devuelva el paso firme donde el miedo nos hizo descuidados. José María Rodríguez Olaizola La realidad se cuece en los pucheros, en el día a
La arrogancia de los fariseos, la petulancia de los doctores (cuidado: el uso de estos adjetivos es sentencioso): He aquí la herencia eternamente religiosa que me asombra. Jesús, el Buen
Una llamada deshabitada y triste tembló en la cúspide de tus esperas y deja el pensamiento retraído. La oscuridad del porche resulta tenebrosa, quedó el auricular sobre las sábanas que
Yo, animal familiar, con esta sangre obrera os doy la humanidad que mi canción presiente. Miguel Hernández En sus pechos les crecen los suspiros, inquietudes que nacen desde el
Si caminamos juntos, perderemos el miedo de caer en el barro de las dudas, pues siempre habrá una mano que rescate las palabras desnudas que se alojan en los rincones
«Tener hambre es la primera cosa que se aprende» (Miguel Hernández). Hay bocas que se llenan de hambre y la leche materna les cobija en su seno, pero hay bocas