«Os ruego en nombre de Dios»

«Os ruego en nombre de Dios»

Os ruego en nombre de Dios
Por un futuro de esperanza

Papa Francisco
Editorial Mensajero. 2022
160 páginas

Imagina encargarle a un niño o una niña de 8 años y a una persona joven de 17 años que escriban una carta a Dios pidiendo diez cosas que no pueden ser para sí misma. ¿Tendrían algo en común? Le he hecho este encargo a ChatGPT, y he añadido un tercero: qué diez intenciones presentaría un Papa a la Iglesia para que rece.

En sus respuestas ChatGPT comparte entre 4-6 peticiones respectivamente con Os ruego en nombre de Dios. Es decir, el papa Francisco pide por «lugares comunes» para la inteligencia artificial (IA). Lo novedoso de este libro no son los temas, sino la ternura e inocencia por las que asoma el «niño grande Francisco» (con todo el respeto).

El Papa nos presenta «ruegos» para que unamos esfuerzos como familia humana. Nos pide que abramos los ojos a la realidad, sobre todo los del corazón, con una mirada lúcida para sanar un mundo que se ha vuelto más injusto y peligroso para muchos seres humanos.

Me detengo en los «ruegos» menos evidentes (hasta para la IA).

Comienza Francisco pidiendo perdón, «una vez más», por los abusos en la iglesia. Exige y promete «tolerancia cero» sobre esta lacra cuyas consecuencias califica de «homicidio psicológico». En este primer capítulo, a diferencia del resto del libro donde cita con soltura a literatos clásicos y contemporáneos, boleros, poemas, premios Nobel o santos padres, solo se refiere a su magisterio.

Aborda las fake news, ¿en consonancia con sus frecuentes alusiones a evitar los chismorreos? Y las «tentaciones de los medios de comunicación». Advierte sobre la «cultura de la cancelación» que consiste en reescribir la historia, alerta sobre los discursos de odio y pide «adentrarnos mar abierto en el océano digital» para que sea un espacio de ternura y misericordia.

Nos pide que abramos los ojos a la realidad,
sobre todo los del corazón, con una mirada lúcida
para sanar un mundo que se ha vuelto
más injusto y peligroso para muchos
seres humanos

Respecto a la participación de la mujer en la sociedad, reconoce la suspicacia con la que se ha vivido que tenga acceso a puestos de responsabilidad en la Iglesia y lo contrapone al liderazgo de la mujer en la transmisión de la fe y en la gestión de instituciones eclesiales. Francisco condena la mutilación genital femenina, los feminicidios, el abuso laboral, etc., y termina advirtiendo: quien lesione la dignidad de una mujer «ultraja también a Cristo».

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El Papa nos pide que nos unamos «en la condena unánime de cualquier intento de usar el nombre del Todopoderoso para justificar cualquier tipo de violencia o agresión». Nos llama a que naveguemos «mar adentro», orientándonos por la brújula de la fraternidad, para salir al «encuentro» del cultural y religiosamente diferente. Asimismo, recuerda que una sana integración es el mejor antídoto contra el fundamentalismo.

Francisco termina invitándonos a «caminar con esperanza», que es el hilo que conecta sus diez peticiones y el motivo del Jubileo de 2025.

Naturalmente, el libro trata muchas otras cosas: los jóvenes y la participación en política, los movimientos de base, la cultura del descarte, la tierra y sus recursos…

No dejen de rezarlo. Lo pide el papa, ese «niño grande», amigo de Dios.

 

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