La Iglesia mira las migraciones con los ojos de la hospitalidad y la dignidad humana

La Iglesia mira las migraciones con los ojos de la hospitalidad y la dignidad humana
“Ante la perspectiva política, en la Iglesia miramos más lejos, puesto que el horizonte es el Evangelio, la dignidad humana y la hospitalidad, por encima de otras miradas que son muchas y legítimas” ha explicado el cardenal José Cobo, en la presentación de la exhortación pastoral Comunidades acogedoras y misioneras. Identidad y marco de la pastoral con migrantes.

Este documento, fruto del trabajo conjunto de las delegaciones diocesanas de migraciones, las comunidades de acogida y las aportaciones de los obispos, además de la de personas expertos, busca fundamentalmente ensanchar la mirada católica a “las migraciones como signo de los tiempos” pero también “ayudar a quienes quieren trabajar con personas migradas” y compartir “lo que ya se está haciendo” y plantearse “qué se puede hacer, por donde comenzar a hacerlo y cómo lanzarnos, qué propuestas hacer para que las parroquias, comunidades e instituciones sean acogedoras”, en palabras de Cobo.

El cardenal de Madrid, miembro de la Comisión Episcopal de Pastoral social y promoción humana, además de vicepresidente de la Conferencia Episcopal desde el pasado mes de marzo, ha explicado que la intención de este llamada ha sido analizar las novedades del fenómeno migratorio e incorporar el magisterio pontificio reciente a la atención pastoral a las personas migradas.

“No podemos dejar de mirar este fenómeno desde el Evangelio, que es la mirada de la hospitalidad y la dignidad humana”, ha insistido para resaltar a continuación en la necesidad de redescubrir “lo que significa ser católico y cómo vivir la catolicidad”.

En este sentido, el director del departamento de Migraciones y Movilidad Humana, Xabier Gómez, ha señalado que “la identidad católica está estrechamente vinculado a con quien nos identificamos, que no es otro que Jesucristo, en primer lugar, y los hermanos a continuación, especialmente los más vulnerables”. Así, ha destacado que “una persona católica no puede comulgar con el racismo y la aporofobia”.

“Frente a ese intento de consumir la droga de miedo, que anestesia las conciencias de la gente, hablamos de la vacuna de la hospitalidad y de la verdad de los datos”, ha indicado Gómez, para quien “la Iglesia, desde el inicio, ha sido y es universal y diversa”, por lo que las personas y comunidades católicas debemos “abrir la mirada para la conversión personal y comunitaria”.

El documento, que fue compartido en las pasadas jornadas de pastoral con migrantes, llama a reforzar la misión de la Iglesia en este ámbito, de manera transversal, sin reducirla a los especialistas, para construir comunidades acogedoras y misioneras”, de modo que revierta “en el bien común de la sociedad y de las comunidades que quieren vivir y anunciar a Jesucristo”.

De hecho, para Gómez, “el futuro de la Iglesia católica en España es un futuro de mestizaje, de diversidad cultural todavía más presente, lo que es una buena noticia que ha mostrará a catolicidad de la Iglesia, puesto que Dios no hace acepción de personas”.

El director de Migraciones y Movilidad Humana ha recurrido a tres hechos concretos para explicar la labor de la Iglesia en este terreno: la presentación espontánea de una familia colombiana en el lugar donde se celebraron las jornadas de la pastoral con migrantes, tras buscar la palabra acogida en internet; la exigencia a una mujer trabajadora migrada de presentar dos nóminas para poder alquilar una vivienda; y el correo de una persona también migrada que acaba de convertirse en un servidor de la palabra en las comunidades rurales en las que vive.

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El cardenal José Cobo, también ha relato su experiencia durante las visitas a las parroquias de las diócesis, donde cada vez hay más personas migradas en las catequesis, celebraciones y otros servicios.

De ahí, ha vuelto a incidir Cobo, en la oportunidad de esta exhortación pastoral para poner luces largas y contribuir a que las parroquias y comunidades vayan viendo las migraciones, no como una supervisión de planos, sino como una realidad, no para construir guetos, sino para ir integrando y construyendo la ciudanía nueva de la que habla el papa Francisco, donde la diversidad es una aportación”.

Por eso, “Comunidades acogedoras y misioneras”, en palabras de Cobo, además de ofrecer pistas, aunque “no damos ni tenemos todas las pistas”, quiere “suscitar la sed por una sociedad nueva, ofrecer su mirada y plantear la necesidad de trabajar por la integración y abrir cauces democráticos para el encuentro”.

Mochila, sueños y experiencias

La presentación de esta exhortación de la Iglesia de España ha contado también con la presencia de la peruana Melani Flores, integrante de la comunidad parroquial de san Cayetano y san Millán, en el barrio madrileño de Lavapiés, donde desarrolla el proyecto “Educadores en la calle” y el taller “Primeros pasos”.

Muchas personas vienen haciéndose responsables de sus sueños y comprometidos a integrarse en esta nueva cultura, en esta nueva casa que le abre sus puertas”, ha explicado Flores, quién ha señalado que “no venimos solo con una mochila de ropa, sino también con nuestros sueños y con nuestras experiencias que podemos compartir en mutuo respeto y valoración”.

Según ha explicado su labor consiste en animar a las personas migradas a construir su propio proyecto migratorio facilitando que “encajen durante este primer tiempo y encuentre soluciones” porque, como ha subrayado, muchas personas vienen muy desorientada con muy mala información”.

También, como educadora de calle, ha afirmado, invita a disfrutar de lo que vamos conociendo en esta nueva tierra que hemos elegido como casa, por el tiempo en el que estamos”, convencida de que nadie quiere lo que no conoce”. Flores ha animado a practicar la escucha, el diálogo y el encuentro con “creatividad” desde el convencimiento de que “todos somos migrantes, si buscamos dentro de una familia, como le enseño un amigo madrileño, todos tenemos a alguien que migró, fuera dentro de su país o de un país a otro”.

 

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