La igualdad no será real sin corresponsabilidad

La igualdad no será real sin corresponsabilidad

Pese a los avances hechos en igualdad de género a lo largo de los últimos años, hay datos que nos indican que aún estamos lejos de alcanzar esa igualdad real y efectiva.

Una de nuestras prioridades como sindicato de cara a este año es avanzar en la corresponsabilidad de género.

En 2021, un 24,4% de mujeres trabajadoras, entre 25 a 54 años con un hijo trabajaba a tiempo parcial frente al 4,1% de hombres. En el caso de tres o más hijos, los porcentajes fueron del 25,5% en el caso de las mujeres y el 5 % de hombres.

Según la información que proporciona la Encuesta Nacional de Condiciones de Trabajo realizada por el INE, del número de horas a la semana dedicadas al trabajo, entendiendo por este el empleo remunerado, el trabajo no remunerado y desplazamientos, son mayores en las mujeres (63,3 horas semanales) que las de los hombres (56,5 horas semanales).

La corresponsabilidad es un objetivo imprescindible para la USO en el Día Internacional de la Mujer. Mientras las responsabilidades de trabajo y de cuidado de las personas dependientes –mayores y menores– continúe en manos de las mujeres, de forma mayoritaria, no será posible que dediquen el tiempo suficiente a su formación y a su promoción profesional, y continuarán siendo las que, llegado el caso, reduzcan su jornada laboral o abandonen su puesto de trabajo si la situación lo requiere. La corresponsabilidad en el entorno familiar debe permitir que las personas, independientemente de su sexo, compartan las responsabilidades y dispongan de iguales tiempos y oportunidades para el trabajo, la formación o el ocio.

Para mejorar la igualdad en el empleo es necesario reforzar la conciliación entre vida profesional, privada y familiar de manera que permita desarrollar todo el potencial de mujeres y hombres.

Cuando llevamos el concepto de corresponsabilidad laboral a la igualdad de género, este se traduce en un reparto equitativo de las responsabilidades tanto dentro de la empresa como en el ámbito familiar entre mujeres y hombres. Con ello se persigue acabar con estereotipos de género, como que las tareas relacionadas con los cuidados recaigan en las mujeres, provocando que sean ellas las que reduzcan sus jornadas o dejen el trabajo para dedicarse a ellos.

En definitiva, se trata de aplicar medidas de corresponsabilidad que fomenten la igualdad de género entre todos los miembros de la empresa, altos cargos, puestos intermedios y resto de la plantilla, para lograr que hombres y mujeres tengan las mismas oportunidades, derechos y obligaciones tanto en el trabajo como en la casa. La corresponsabilidad y la conciliación laboral y familiar van de la mano, puesto que a través de una se puede mejorar y alcanzar la otra.

La oferta y el acceso a los servicios de cuidados de niños y personas dependientes (mayores, personas con discapacidad) constituyen un aspecto fundamental en el reparto de este tipo de cuidados entre hombres y mujeres.

La participación en el mercado de trabajo (cuando existen hijos o adultos que requieren cuidados) es muy diferente en hombres y mujeres, reflejo no solo de un desigual reparto de responsabilidades familiares sino también de la falta de servicios o servicios muy caros para el cuidado de niños y adultos. Si bien en los últimos años se ha conseguido una participación más equilibrada de hombres y mujeres en el mercado laboral, las mujeres siguen asumiendo la mayor parte de las responsabilidades familiares y domésticas.

La conciliación entre vida personal y laboral está relacionada con diversos aspectos de la organización de la sociedad, como flexibilidad de los horarios de trabajo; infraestructura y oferta de servicios de cuidados para niños y personas dependientes; cambio en las estructuras familiares; aumento de la longevidad que conlleva un aumento en las necesidades de cuidados de personas mayores o personas con algún tipo de discapacidad.

Desde USO defendemos que, a través de la negociación colectiva, debe poder alcanzarse la flexibilización laboral y de horarios adaptada a las necesidades de las personas trabajadoras. Para ello debe primar la consecución de objetivos por encima del “tiempo dedicado a estar físicamente en el puesto de trabajo”, abandonando la cultura del “presentismo” por la cultura de la eficiencia; favoreciendo la movilidad interna en las empresas para poder acogerse a horarios más compatibles con la vida familiar; recoger como obligatorio el disfrute del permiso paternal; aumentar los permisos por nacimiento de hijos e hijas a seis meses a ambos progenitores y que sean intransferibles y luchar contra las diferencias salariales.

Todas estas iniciativas tienen que poder llevarse a la práctica, para ello es necesario aunar esfuerzos y voluntades para conseguir establecer unos horarios racionales en España que faciliten la corresponsabilidad y conciliación.

Algunas de las maneras tradicionales de conciliar trabajo y vida familiar son el trabajo a tiempo parcial, la posibilidad de tener horarios flexibles, los permisos de maternidad/paternidad, la reducción en el número de horas trabajadas, excedencias.

Durante el estado de alarma, las mujeres cogieron el 80% de las excedencias en el trabajo por cuidado de menores o dependientes, lo que demuestra que los cuidados siguen teniendo rostro de mujer. Excedencias que, en muchas ocasiones, terminan con la salida de la mujer del mercado laboral.

Los cuidados son imprescindibles y están mal valorados, por ello desde USO demandamos que sean un tema central en la agenda política y ocupe el lugar que se merece, contribuyendo a que la igualdad entre hombres y mujeres sea una verdadera realidad.

 

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