La Pastoral del Trabajo de Orihuela-Alicante reclama más medios para evitar “la lacra social” de siniestralidad laboral

La Pastoral del Trabajo de Orihuela-Alicante reclama más medios para evitar “la lacra social” de siniestralidad laboral
“Ninguna persona debería morir trabajando”, afirma la Pastoral del Trabajo de Orihuela-Alicante en un comunicado, destacando la importancia de valorar la vida y la salud de los trabajadores. La pastoral de la Iglesia diocesana expresa su solidaridad con las familias afectadas y su rechazo a las muertes innecesarias y evitables que ocurren en el mundo del trabajo.

En el texto, expresan su profunda preocupación por los recientes siniestros laborales que han resultado en la trágica pérdida de vidas en la provincia. En este sentido, la pastoral hace un llamamiento a la acción y exige medidas concretas para evitar el drama de la siniestralidad en el mundo del trabajo.

Esta pastoral de la Iglesia diocesana hace hincapié en la necesidad de visibilizar y denunciar las condiciones laborales peligrosas y denuncia la falta de cumplimiento de la Ley de Seguridad y Salud en el Trabajo. La precariedad laboral y la falta de medidas de seguridad son factores que contribuyen a la siniestralidad laboral. Según los datos oficiales, en la provincia de Alicante, en los cuatro primeros meses, 11 personas trabajadoras han muerto a causa de un siniestro en el trabajo y 5.884 han sufrido un accidente laboral.

“La salud y la seguridad en el trabajo son responsabilidad de todos: empresas, Administraciones, sindicatos y trabajadores”, sostiene. Además, se destaca la falta de medios para garantizar un entorno laboral seguro y se insta a tomar medidas urgentes al respecto.

El trabajo es para la vida

La Pastoral del Trabajo hace un llamado a la Iglesia y a la sociedad en general para no permanecer indiferentes ante esta dramática realidad y subraya la importancia de defender la vida y la dignidad de los trabajadores, así como el cumplimiento estricto de las normativas de prevención y seguridad en el mundo del trabajo.

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“Es necesario incluir esta tragedia en la agenda política y reclamar más medios para abordar esta lacra social”, enfatiza la pastoral que, además, llama a tomar conciencia a toda la Iglesia y a la sociedad unirse en solidaridad y comprometerse en la lucha por un trabajo decente y seguro. “Un trabajo que no cuida a las personas trabajadoras no es un trabajo decente, por eso es urgente terminar con la lacra de los accidentes y las muertes en el trabajo”. “El trabajo es para la vida”, concluyen.

 

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