Diálogo en la diócesis de Almería sobre la respuesta de la Iglesia ante las migraciones

Diálogo en la diócesis de Almería sobre la respuesta de la Iglesia ante las migraciones

El pasado 13 de abril, tuvo lugar un encuentro de formación y reflexión bajo el título: “¿Cuál es la respuesta de la Iglesia ante las migraciones?”, organizado por el Secretariado diocesano para las Migraciones de Almería, y por un equipo implicado en esta realidad, dirigido por su delegado Rafa García Yebra. Contábamos con la participación del director del Departamento de Migraciones de la Conferencia Episcopal Española, Xavier Gómez O.P., que nos ayudaría con su reflexión a centrar y enfocar el tema de forma acertada. En esta jornada, participaron personas implicadas en las parroquias especialmente a través de Caritas, comunidades de religiosas y religiosos insertas en estas realidades, así como personas pertenecientes a distintos grupos y movimientos, incluido la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) diocesana.

La jornada comenzó con el saludo del obispo de la diócesis, Antonio Gómez Cantero, que participó en toda la jornada. Se utilizó, el método del ver, juzgar y actuar. Después de un ver, presentado por el delegado, sobre la realidad de la migración especialmente en Almería, que se hizo como trabajo previo de los participantes, se señaló, que existe un gran problema para conseguir la documentación para su regularización de las personas migradas, en la mayoría de los casos se accede a algunos documentos de forma fraudulenta, como el empadronamiento, contratos de trabajo, citas en extranjería… Trabajan en muchos cosas sin contratos, con pagos en “B”, sufriendo explotación laboral, y en muchos casos también en situación de semiesclavitud.

Siguió señalando que, otro de los grandes problemas, es el acceso a una vivienda, una habitación, se hace muy difícil y en la mayoría de los casos son realquilados sin contrato alguno. Es muy frecuente que recién llegados duerman en la calle ante los pocos recursos de acogida que existen. Se producen, por tanto, el acudir a infraviviendas, chabolas y cualquier tipo de refugio que les pueda “acoger”. Todo este problema, se agudiza aún más y se hace más sangrante, cuando se trata de mujeres, y cuando estas son engañadas y vejadas, victimas de trata y de explotación sexual. No se puede obviar lo que supone el drama migratorio, todo lo que dejan atrás, familia, hijos y la soledad y el aislamiento que soportan por distintas razones, desde el idioma, el choque cultural, el rechazo, etc.

Tras esta “fotografía” de la realidad que sufren las personas migrantes en nuestra tierra, tuvo lugar la intervención de Xavier Gómez. Comenzó señalando: “La riqueza de Almería, debe mucho a la migración, igual que otras zonas de España deben mucho a Almería cuando los almerienses fueron migrantes. En mi visita a Almería estos días, he visto al Señor en las personas migradas y en quienes acompañan a estos y me he preguntado ¿Qué sería de la Iglesia de Almería sin la vida consagrada y sin Cáritas? Los que estáis aquí encarnáis el rostro de la Iglesia Samaritana”.

Continuó preguntando, ¿dónde está tu hermano? Para contestar: “Tenéis todo para encarnar la cultura del encuentro, las culturas conviven, pero no se mezclan y no se puede amar lo que no se conoce”. “Tenemos que prevenir, no tenemos que esperar a que suceda, hay que hacer trabajo de prevención y de convivencia”.

“Tenéis que tender puentes ante tantos muros que se levanta. La Iglesia está hecha para evangelizar, la Iglesia se hace dialogo, se hace escucha y se hace encuentro. Jesús se hace ternura de Dios pero a veces no se reconoce al Señor en el rostro de las personas migradas”, exhortó.

Continuó Xavier diciendo que: Debemos volver siempre a Jesús, creciendo en la amistad con Jesús, aunque encontramos gente atrapada en la ideología, que antepone la ideología al Evangelio, olvidan a Mateo 25, tuve hambre y me disteis de comer… ¿Señor cuando te vimos?. Hay gente que mira, pero no con los ojos del corazón, tenemos que educar para enseñar a ver. Hay que volver a Jesús, para llegar a la compasión y a la hospitalidad, una compasión donde cabemos todos y todas. Nuestras comunidades tiene que ser escuelas de compasión, comunidades llamadas a ser células madre. La hospitalidad es un valor a descubrir. La Iglesia nace con las migraciones, se expande porque migra, la Iglesia nace de la hospitalidad. Las comunidades acogen al huésped, como a Jesucristo, tenemos que practicar la cultura de la acogida mutua”.

Nos dijo que deben de darse actitudes de transformación, comunión y participación:

  • La maternidad de la Iglesia, de puertas abiertas, que valora la relación personal cuerpo a cuerpo, el valor del otro. A veces solo pasamos, pero no permanecemos. No preguntar que necesitas, sino quien eres. Que nos están dando, antes de pensar que les puedo dar.
  • La creatividad, estilos novedosos, imaginativos. Salir de las zonas de comodidad, para ir a los foros. Crear pequeños oasis de dialogo, tender puentes de dialogo entre diferentes.
  • ¿Qué tipo de pastoral? Una pastoral de acompañamiento al migrante como creyente. Cuidado de las personas y de las familias. Promoción humana integral. Coordinarnos, caminar juntos, comunión.
  • Un secretariado de migraciones fuerte, de trabajo en equipo. Que sea un trabajo transversal en cada parroquia. Iniciar procesos para ocupar el tiempo y no el espacio. Priorizar el tiempo y los procesos.
  • Trabajar por proyectos, trabajar en equipo y trabajar en red. Ampliar la mirada, ensanchar la tienda.
  • Ofrecer espacios de vivienda, espacios habitacionales.
  • Crear una guía de recursos para migrantes, que recursos tenemos, cuales podemos poner a disposición
  • Promover comunidades acogedoras. Iniciar procesos de escucha activa. Las Parroquias sean comunidades donde estén agusto.
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Xavier Gómez, concluyo su aportación con varias sugerencias:

  • La importancia de discernir nuevas estructuras pastorales, para dar respuesta a los migrantes, y de promover encuentros entre los responsables de los migrantes, los párrocos, la vida consagrada…
  • Los que trabajan en las parroquias con migrantes destacan la falta de acompañamiento del párroco.
  • La necesidad de formación.
  • La participación activa de las personas migradas.
  • Cuidar las narraciones y los falsos relatos.
  • Comunidades acogedoras y de hospitalidad, generando procesos de inclusión y lazos de amistad
  • Tras esta “iluminación” se trabajó en grupos, con dos preguntas: ¿Qué puede facilitar la conversión personal y pastoral, en nuestra diócesis y en nuestras comunidades? y ¿cómo avanzar y concretar la comunión y la coordinación?

Así, se recogió la aportación de todos los grupos, incorporando retos hacia dentro de las parroquias y hacia afuera.

Retos

Señalándose como retos hacia adentro; cuidar el acompañamiento a las personas que recibimos, necesidad de formación y apoyo espiritual. Denunciar las situaciones que se dan en los medios de comunicación, visibilizar a las personas, propiciar lugares de encuentro, espacios grupales y comunitarios, teniendo en cuenta que es un proceso de conversión continua. Fijarnos en el potencial de la gente que recibimos y despertar conciencias.

Y retos hacia afuera. Importancia de trabajar en Red, presionar a las instituciones en el tema de la vivienda. Informar y comunicar a los feligreses. Sensibilización, empezando por los seminarios y los párrocos. Incorporar a la vida de las parroquias a las personas migrantes. Realizar gestos ecuménicos e interculturales. Promover iniciativas de tipo social y político. Diseñar proyectos conjuntos a través de los arciprestazgos. Crear espacios de encuentro, no se ama lo que no se conoce. Realizar iniciativas para que se pueda empadronar a la gente, recopilar sistemáticamente las situaciones que se presentan sobre empadronamiento, hacer un informe conjunto y presentar al Defensor del Pueblo.

Como decisión última se propuso elaborar un comunicado para difundir lo trabajado en este encuentro. Cabría destacar, de este, su parte final donde se explicita, como avanzar y concretar la Comunión y la coordinación:

“Comienza por una renovación profunda de la iglesia, haciendo nuestra la propuesta del papa Francisco, ser Iglesia en salida. Despertando conciencias, formándonos, sensibilizando a nuestras comunidades y a la sociedad en general.

Desde un trabajo en red, sentarnos a reflexionar y hacer opciones y apoyando proyectos de acompañamiento integral (lo que ya se hace y lo que podemos crear).

Desde un compromiso ecuménico, abrir nuestras parroquias con celebraciones interculturales, compartidas. Promover iniciativas sociales y políticas, redescubriendo la dimensión social de la Iglesia, recuperándola en la formación de los seminaristas, del clero y de nuestras comunidades. Integrar a las personas migrantes en las estructuras de nuestras parroquias y de nuestra sociedad, caminando y construyendo juntos un futuro mejor para la humanidad”.

Tras su visita a Almería, Xavier Gómez publicó un artículo en la revista Ecclesia, donde expresa parte de sus impresiones en su recorrido por la realidad migrante almeriense: ‘Participar en la Jornada Diocesana de Migraciones de la diócesis de Almería me dio la ocasión de acercarme a la realidad de las personas migradas y de reconocer el formidable trabajo que realiza aquella Iglesia, fundamentalmente a través de proyectos de la vida consagrada, Cáritas y el Secretariado de Migraciones’.

Recorriendo los asentamientos y escuchando el testimonio de mujeres migrantes con sus hijos, o de quienes trabajan bajo el mar de plástico, no podía dejar de pensar en el trabajo que nos queda por hacer como Iglesia y sociedad hasta erradicar la cultura de la segregación y la explotación que se aprovecha de la vulnerabilidad de los trabajadores migrantes, propiciada por la irregularidad sobrevenida de tantas personas con la consecuente afectación a sus familias”.

 

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