ITD plantea la reducción del tiempo de trabajo “como expresión del cuidado de las relaciones laborales”

ITD plantea la reducción del tiempo de trabajo “como expresión del cuidado de las relaciones laborales”
La iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente defiende trabajar menos para “paliar la precariedad y mejorar la salud de las personas trabajadoras”, según expresa en su manifiesto del Primero de Mayo

Si este lunes era la pastoral del trabajo de la Conferencia Episcopal Española la que subrayaba su compromiso “por la defensa de la vida en el trabajo”, por “acompañar a las víctimas” de la siniestralidad laboral y denunciar “la pérdida de salud y de vidas” en el mundo laboral; hoy es la iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente (ITD) la que llama la atención sobre los riesgos psicosociales y las dificultades para conciliar la vida personal y laboral por la extensión del tiempo de trabajo.

En el manifiesto del Primero de Mayo, Cuidamos el trabajo para cuidar a las personas, publicado este martes, ITD sitúa como eje fundamental de su planteamiento la promoción de la cultura del cuidado en el mundo del trabajo. En este sentido, reclama tres cuestiones “para mejorar la realidad de las personas”: políticas que permitan una conciliación real; la reducción del tiempo de trabajo, a través del diálogo social; y el derecho fundamental a la seguridad y salud en el trabajo para todas las personas y en cualquier entorno.

El tiempo y los riesgos psicosociales

La iniciativa eclesial centra su mirada, en este día clave del mundo del trabajo, en las dificultades de conciliación y de armonizar el tiempo que necesitamos para atender las necesidades personales y laborales. “Algunos empleos conllevan exigencias de tiempo y dedicación que dan lugar a conflictos personales, familiares y sociales”, dicen en el manifiesto, asegurando que cada vez más es el tiempo que se dedica al trabajo –que incluyen el desplazamiento y la conexión digital permanente– “tiene como consecuencia el estrés, la ansiedad y la depresión, problemas cada vez más comunes que afectan a gran parte de la población”, aseveran.

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El “buen cuidado del trabajo”, el derecho efectivo a la seguridad y salud laboral que tienen las personas trabajadoras, implica evitar la siniestralidad y las enfermedades laboral, pero también garantizar “la estabilidad psicológica y emocional” de los trabajadores y las trabajadoras.

El trabajo es una relación de cuidado que prioriza a las personas

La importancia de favorecer la cultura del cuidado en el mundo del trabajo, siendo las personas trabajadoras la prioridad, tiene su origen en el mensaje que realizó el papa Francisco en la Cumbre Mundial del Trabajo de la OIT, del año 2021.

ITD recuerda que el Papa señaló que “si el trabajo es una relación, entonces tiene que incorporar la dimensión del cuidado, porque ninguna relación puede sobrevivir sin cuidado. Aquí no nos referimos solo al trabajo de cuidados (…) va más allá, debe ser una dimensión de todo trabajo. Un trabajo que no cuida, que destruye la creación, que pone en peligro la supervivencia de las generaciones futuras, no es respetuoso con la dignidad de los trabajadores y no puede considerarse decente. Por el contrario, un trabajo que cuida, contribuye a la restauración de la plena dignidad humana, contribuirá a asegurar un futuro sostenible a las generaciones futuras. Y en esta dimensión del cuidado entran, en primer lugar, los trabajadores”.

 

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