20 años del 11-M y otras tantas tesis sobre la mentira política y la pseudocracia

20 años del 11-M y otras tantas tesis sobre la mentira política y la pseudocracia
Foto | Rach-teo (unsplash)
Los infundios sobre el 11-M desde hace 20 años no solo han degradado la ética periodística, sino que, además, erosionan las instituciones democráticas, alteran la convivencia social y desplazan a la sociedad civil, como plantea, en este Tema del Mes, el experto en comunicación Víctor Sampedro.

Los bulos sobre los atentados del 11 de marzo de 2004 siguen vigentes y han dejado una herencia envenenada. Constituyen los peores infundios lanzados desde un Gobierno y medios con tanta audiencia. Cuestionan la identidad de los verdugos de una de cada dos víctimas mortales por terrorismo caídas en Madrid y una de cada cinco, en toda España.

Quien cuestiona la autoría yihadista del 11-M –y son muchos– revictimiza a los afectados impidiéndoles colocar una placa o lápida que denuncie a sus verdugos. Además, acusa al PSOE de haber vencido en las urnas tras urdir o encubrir un atentado terrible. Así se destrozan familias condenándolas a un duelo eterno. Así se criminaliza al adversario electoral.

No existe peor conspiranoia ni más longeva en nuestro entorno. La (auto)censura periodística, unida a la nula rendición de cuentas y a una cultura democrática fallida, nos han sumido en la involución del debate público y la degradación institucional. Cualquier solución pasa por reconocer el valor y dar protagonismo a la sociedad civil que desafía la mentira.

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