Iglesia de Jaén asiste al funeral de un trabajador muerto en accidente laboral

Iglesia de Jaén asiste al funeral de un trabajador muerto en accidente laboral

Hoy hace un mes que falleció, por accidente laboral, un obrero de 45 años al volcar el tractor con el que trabajaba. Es el tercer trabajador que fallece en nuestra provincia en la agricultura en este 2020. Era natural de Rus y residente en Úbeda donde hoy se celebra la misa funeral del mes, a la que han asistido el director del Secretario Diocesano de Pastoral Obrera y la presidenta de la HOAC de Jaén.

La injusta sangría que supone la siniestralidad laboral continúa. El 21 mayo falleció un trabajador natural de Jamilena con 59 años al caer de una altura de 3 metros cuando se encontraba trabajando en el forjado de un tejado. Se pudo comprobar que en la zona de trabajo faltaban medidas de seguridad colectivas, lo que llevó al sindicato CCOO de Jaén a interponer una denuncia ante la Inspección de Trabajo provincial por incumplimiento de la legislación vigente.

Impacto del coronavirus

Junto a estos dos trabajadores, por el impacto del coronavirus, han el 9 de mayo falleció un médico de 67 años, natural de Cuenca, trabajador del Centro de Salud del Valle de la capital. El 7 de mayo fue un médico carolinense de 61 años, facultativo del geriátrico de Linares y el 28 de abril un médico de 47 años natural de Venezuela. El 4 de abril falleció un enfermero de 59 años que trabajaba en el Hospital Neurotramatológico, en Jaén capital.

Sindicatos y organizaciones colegiales de médicos y enfermeros unieron sus caminos en una misma petición: enfermedad profesional derivada de un accidente de laboral, considerando un accidente de trabajo el contagio por la COVID-19, durante cualquiera de las fases de la epidemia por haber estado expuesto a ese riesgo específico durante el ejercicio de su profesión.

Solidaridad y cercanía con las víctimas

Como trabajadoras y trabajadores, la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) y el Secretariado Diocesano de Pastoral Obrera nos unimos al inmenso dolor de los familiares y allegados a estos trabajadores, ofreciéndoles nuestra más fraternal solidaridad, y al mismo tiempo, expresar nuestro compromiso militante, obrero y cristiano, ante esta cruda realidad que tan a menudo nos sacude.

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Nos solidarizamos con los trabajadores y sus familias porque el Evangelio nos lleva a expresar, por un lado, nuestra cercanía y compasión con las víctimas de los accidentes laborales, todos ellos evitables y, por otro, a tener presente en nuestra oración esta realidad sufriente.

Subrayamos lo que dice el papa Francisco al respecto “…la dignidad del trabajo es una condición para crear un buen trabajo: por lo tanto, es necesario defenderla y promoverla. La dignidad y la protección se mortifican cuando se considera a la trabajadora o trabajador como una línea del presupuesto, cuando se ignora el grito de los descartados. Hay que tener en cuenta la dignidad del trabajo y la responsabilidad ambiental y fiscal de las empresas, que creyendo lograr ahorro y eficiencia ambiental y fiscal terminan traicionando la función social de las empresas al servicio de la comunidad. Convirtamos la crisis provocada por la pandemia de coronavirus en una oportunidad para mejorar las condiciones laborales de la sociedad”. (Audiencia general, 6 de mayo 2020)

“…Una vez más dirijo un apremiante llamamiento para que no prevalezca la lógica del provecho, sino la de la solidaridad y la justicia. En el centro de toda cuestión, también la laboral, hay que colocar siempre a la persona y su dignidad. ¡Con el trabajo no se juega!» (Roma, 3 de septiembre de 2014).

¡Descansen en paz las trabajadoras y los trabajadores muertos en sus puestos de trabajo!

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