La banca española reduce oficinas, plantilla y crédito

La banca española reduce oficinas, plantilla y crédito
Menos oficinas, menos plantilla y menos competencia caracterizan el sector financiero español que, en comparación con el resto de Europa, concede menos crédito a sus potenciales clientes. Este es el diagnóstico de un estudio sindical sobre la situación de los bancos en España.

Cada empleado de banca en España, en 2021 atendía a 300 clientes cuando en 2008 lo hacía a 167 habitantes. Este es el resultado de la concentración en 10 grupos bancarios de las 88 entidades existentes al inicio de la Gran Recesión y del despido de nada menos que de 115.000 empleados.

La anomalía bancaria española no tiene discusión: España es el país de la UE que en mayor medida ha devaluado su capacidad de otorgamiento de crédito, duplicando el ajuste de plantilla medio de la UE (38% vs 19%), superando el ajuste de oficinas medio (51% vs 38%) y reduciendo el nivel de competencia.

Las recientes denuncias por el trato que los bancos prestan a sus clientes de más edad o con menos habilidades digitales son consecuencia de que “se ha incrementado de forma exponencial la sobrecarga de trabajo de las plantillas -y las consecuencias en su salud-“: gestión comercial y bancaria, riesgo jurídico, formación obligatoria, carga administrativa, todo ello concentrado en muchas menos personas, que sufren además prolongaciones de jornada, objetivos comerciales inasumibles, presiones desmedidas, en lo que CCOO califica como “un modelo laboralmente insostenible que debe cesar de inmediato”.

Este sindicato opina que el protocolo de atención que se han visto obligadas a poner en marcha por el ambiente social quedará solo como un “lavado de cara”, si no se dota de recursos en forma de plantilla.

Este es un “modelo de negocio social y laboralmente insostenible, que no cuida ni a sus profesionales ni a sus clientes”, se concluye en el informe Plantillas del sector financiero: imprescindibles, elaborado por el sindicato.

Ajuste de plantilla

Especialmente significativo ha sido el ajuste de plantilla en 2021 (más de 18.000 salidas, que se ha conseguido que fuesen voluntarias gracias a “movilizaciones históricas”), que sitúan las plantillas en 160.000 personas, 115.000 menos que en 2008. También ha sido significativo el ajuste de oficinas entre 2015 y 2021, de 31.273 a 19.338, con alta incidencia en Cataluña, Castilla y León, Galicia y Asturias, aumentando el número de habitantes por sucursal de 1.491 a 2.450.

Por ello, CCOO reivindica que “las plantillas siguen demostrando ser imprescindibles para familias y empresas, para sostener el sector durante 15 años de ajustes y cambios, crisis, deterioro reputacional y pandemia”. En este sentido, “resulta sangrante que mientras las cúpulas del sector descuidan a las plantillas, entre 2018 y 2021 los sueldos de Presidentes y CEO de los principales bancos hayan crecido un 37,77%”.

El sindicato ha presentado un compendio de propuestas reivindicando que el sector financiero cumpla su papel y fin social, garantizando la inclusión financiera sobre la base de dotaciones suficientes de plantilla, incrementando su potencial de otorgamiento de crédito, abandonando políticas agresivas con su plantilla y clientela, articulándose estrategias e instrumentos financieros públicos con capacidad real, y recuperando la capacidad del sector como motor de la economía real y de la generación de empleo.

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La organización de trabajadores propone crear empleo en el sector a través de una tasa de reposición de las salidas, dando participación a las plantillas en los protocolos de atención a la clientela, con un modelo de negocio y de relaciones laborales basado en recursos suficientes y una adecuada organización.

Además, demanda que se apliquen políticas en materia de Salud, Prevención de Riesgos e Igualdad, internalizando los servicios financieros, haciendo que la formación no sea un factor de sobrecarga, sino de empleabilidad, regulando el tiempo de trabajo y las nuevas realidades laborales.

También pide que se tenga en cuenta la voz de las plantillas y de sus representantes legales, pactando políticas retributivas pactadas, equitativas y responsables, así como abriendo los Observatorios sectoriales para abordar en el contexto actual la reversión a las plantillas de un “dividendo social” en forma de sistemas retributivos, carrera profesional, dotación de personal, mecanismos compensatorios y otros aspectos.

 

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