La Iglesia sinodal que acaba de empezar

La Iglesia sinodal que acaba de empezar
Conviene empezar destacando que de las 600 personas presentes en el acto final de la fase diocesana del Sínodo, más de la mitad éramos laicas y laicos.

Tal vez este proceso se recuerde por la implicación del laicado, mayoría de las personas participantes y de la escasa motivación de los sacerdotes, en general, según se recoge en la síntesis. De hecho, daba la sensación de ser continuación del Congreso de Laicos celebrado en febrero de 2020.

He podido participar en tres grupos sinodales, uno en mi parroquia, otro con internos de la cárcel de Teixeiro (uno de los cuales vino a dar su testimonio a la asamblea) y otro con mi equipo de la HOAC.

A grandes rasgos, se puede decir que la síntesis recoge nuestras aportaciones y las de la archidiócesis de Santiago. No al pie de la letra, evidentemente, pero sí con suficiente claridad para comprobar que las personas que formamos la Iglesia en España hacemos un análisis de la realidad bastante homogéneo.

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