Pacto social contra los discursos de odio
Organizaciones de derechos humanos y sindicatos han firmado un manifiesto contra los discursos de odio en el que proponen un Pacto de Estado para impedir la difusión de mensajes que estigmatizan y señalan a los grupos en situación de vulnerabilidad
Además de los sindicatos CCOO y UGT, han participado en la elaboración del documento la Fundación ONCE, CERMI, CESIDA, Consejo de la Juventud de España, Red Acoge, CEAR, Hogar Sí, Fundación Secretariado Gitano, Chrysalis y Fundación Triángulo.
Ante el crecimiento de los delitos de odio que, en 2021 según datos del Ministerio del Interior, aumentaron un 6%, las entidades firmantes piden a los partidos políticos un acuerdo institucional que blinde los derechos humanos e impide la difusión masiva de los discursos de odio.
Convencidos de que la escalada de mensajes de odio contra los colectivos más vulnerables requiere una “acción decidida” para “frenar en seco” su proliferación, antesala de los delitos de odio, instan a los poderes públicos a cumplir la normativa europea e internacional de derechos humanos y a promover una justicia restaurativa, donde participen los colectivos en situaciones de vulnerabilidad.
Las organizaciones ven necesario reforzar el consenso social y político en defensa de los grupos en situación de vulnerabilidad y expresar el rechazo público a los mensajes de odio que culpan a las minorías de problemas reales o ficticios. Además, apuestan por extender la información sobre los derechos de las y de las herramientas que tienen para saber ejercerlos.
Las entidades sociales han convenido en la necesidad de “caminar juntas, hacer pedagogía y enseñar a nuestros conciudadanos que es posible contribuir a que las vidas de todas las personas sean mejores·.
En el documento, se denuncia que los avances en igualdad y derechos humanos así como la convivencia social “están hoy en riesgo por la emergencia en la esfera pública de discursos de odio contra grupos en situación de vulnerabilidad, de discursos políticos de señalamiento, de estigmatización, de culpabilización de problemas reales o imaginados contra grupos que nada tienen que ver con ellos, y que son señalados como privilegiados, denominando a sus activistas y asociaciones que trabajan por sus derechos como chiringuitos”.
“El señalamiento por parte de algunos representantes públicos a colectivos en situación de vulnerabilidad tiene un efecto terrible y desmedido, pues canaliza las frustraciones de la población contra grupos que tienen difícil defenderse, por su tradicional situación de vulnerabilidad y desigualdad, alimentando las discriminaciones y agresiones”, detallan las organizaciones firmantes.
El texto sugiere medidas como la elaboración de campañas de sensibilización; el análisis estadístico de los discursos de odio; la elaboración de un estudio anual del impacto individual y colectivo que tienen estos mensajes en las personas en situaciones de vulnerabilidad o la formación en materia de discurso de odio en los entornos laborales, al funcionariado, a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, en los centros educativos y en el ámbito sanitario, entre otras.
Para estas organizaciones, “los discursos de señalamiento y odio contra grupos en situación de vulnerabilidad, y sus consecuencias, construyen una sociedad española con más violencia, más agresiones y más discriminación”.
Redactor jefe de Noticias Obreras
