La Pastoral Obrera de Barcelona llama a la participación para mejorar la vida de las personas trabajadoras

La Pastoral Obrera de Barcelona llama a la participación para mejorar la vida de las personas trabajadoras
La Pastoral Obrera de Barcelona ha denunciado las amenazas que acechan a los trabajadores y a las trabajadoras.

Entre ellas se encuentra la emergencia climática, que afecta especialmente a los más débiles, convierte en mercancía elementos básicos como el agua y hace imprescindible una reducción solidaria del consumo. En el comunicado emitido con motivo del Primero de Mayo, también se han mencionado las guerras, que siguen siendo un negocio demasiado rentable y que truncan muchas vidas, y la ley de extranjería, que condena a la marginación a muchos hombres y mujeres que llegan empujados por el hambre o la guerra.

La falta de vivienda pública y accesible es otra de las amenazas que se han señalado, lo que deja a jóvenes y familias en la calle. Además, el encarecimiento de los alimentos básicos y el deterioro de la sanidad, la educación y los servicios sociales también han sido mencionados como problemas que afectan a las personas trabajadoras.

La situación de los jóvenes ha sido descrita como especialmente grave, “cuya formación académica (por la falta de plazas, ciclos formativos poco idóneos, fracaso ..) no garantiza su entrada a un mercado laboral ya de por sí restringido y precario”.

Que el miedo no paralice

A pesar de estas dificultades, la Pastoral Obrera de Barcelona ha instado a no permitir que el miedo paralice a los trabajadores y las trabajadoras. La organización y la lucha son herramientas históricas que han mejorado las condiciones de vida y son el mejor instrumento, señalan, para cambiar las cosas. Sin la participación de las personas empobrecidas, no habrá posibilidades de cambio.

La Pastoral Obrera de Barcelona ha animado a participar y confiar en la lucha conjunta para reivindicar los derechos de la clase trabajadora. La participación es requisito imprescindible para que la democracia sea real y accesible a cualquiera, sin importar su origen o procedencia.

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La participación auténtica “requiere esfuerzo, reflexión, capacidad de escucha y respeto a los demás”. También puede crear conflictos, pero también capacidad de negociación y creatividad para buscar soluciones. La participación estimula y conduce a asumir responsabilidades y a tomar decisiones y acciones con transparencia y corresponsabilidad.

 

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