La presidenta de la HOAC destaca el llamamiento a favor del bien común del cardenal Omella

La presidenta de la HOAC destaca el llamamiento a favor del bien común del cardenal Omella
La presidenta de la HOAC, Maru Megina, considera oportuno el llamamiento a priorizar el bien común realizado por el cardenal Omella en la inauguración de la Asamblea Plenaria de los obispos españoles.

Maru Megina ha subrayado el acierto del presidente de los obispos españoles en “recordar una serie de de cuestiones a tener en cuenta ante las citas electorales, especialmente la necesidad de situar al ser humano en el centro de la vida económica y social”.

En Christifideles laici, a la que ha recurrido el cardenal Omella, se señala como prioridad para la actuación de la Iglesia en el mundo la promoción de la dignidad de la persona; la defensa del derecho a la vida y del derecho a la libertad religiosa, así como la protección de la familia, la práctica de la caridad como alma y apoyo a la solidaridad; y la participación política; pero también la lucha por situar al ser humano en el centro de la vida económica y social; y la necesidad de evangelizar la cultura.

“Es muy importante recordar que todos y todas somos destinatarios y protagonistas de la política y que debemos trabajar por evangelizar la cultura para que promueva el respeto a la dignidad de la persona”, entiende Megina, quien considera que la propuesta del cardenal “a alentar un movimiento social a favor del bien común”, es un recordatorio de la misión que es propia del laicado.

“No nos está pidiendo que huyamos del mundo sino que nos hagamos presente en él y seamos capaces de gestionar los asuntos temporales teniendo en cuenta los principios y valores del Evangelio y colaborar a otra cultura, a evangelizar también la cultura”, comenta la presidenta de la HOAC.

“La plenitud del compromiso laical nos llama a empeñarnos en la transformación cristiana del mundo para lo que es necesario que vivamos una pertenencia gozosa a la Iglesia, a través de las comunidades, en medio del mundo”, ha añadido Megina.

El presidente de la Conferencia Episcopal y arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, ha insistido en que “vivimos en un mundo que padece por la polarización, la división, la pobreza que se hace crónica, una desigualdad que avanza, la precariedad laboral, la imposibilidad de muchos para acceder a una vivienda digna, el aumento de la brecha salarial entre directivos y trabajadores…”.

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Ante la evidencia de que “son muchos los hermanos y hermanas que sufren por estos y otros problemas como la soledad, la falta de ayudas a la dependencia o el acceso a los cuidados paliativos”, el cardenal Omella ha insistido en que “Dios nos invita a ser testigos gozosos de la resurrección. Nuestro mundo necesita que los cristianos vivamos, con humildad y sin complejos, el gozo pascual, regalo del Resucitado”.

Megina considera oportuna la mención a “la necesidad de ofrecer alegría y esperanza al mundo”, así como el reclamo a colaborar en la construcción de un mundo más justo y fraterno, en la que sea posible una “vida digna para todos y para todas”, partiendo de “un análisis muy claro de la situación en España, al hablar de la pobreza crónica y la polarización”.

El cardenal ha recogido algunas pinceladas del momento actual que vive la Iglesia en España, de la que ha dicho que atraviesa “el inicio de una nueva primavera del Espíritu”, por lo que ha insistido en que “no es el momento de la apologética, sino del amor, la misericordia, la orientación al reencuentro con Dios, y el desvelamiento del verdadero rostro de la Iglesia: un hogar de “puertas abiertas”, una “casa paterna en lugar de aduana”.

“Los cristianos y las cristianas tenemos que ofrecer un testimonio de vida fraterna, de vida entregada en los lugares donde estamos, en la familia, en los barrios, en los lugares de trabajo…, es todo el Pueblo de Dios el que tiene que evangelizar, ser buena notica para todas las personas, especialmente, para las más vulnerables”, precisa Maru Megina.

También señala la importancia que ha dado, para finalizar, a los jóvenes que “tienen mucho que decirnos” destacando la importancia de que la iglesia esté cerca de ellos, “escuchándolo porque son el futuro de la iglesia y del Mundo”

 

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