Un ayuno por la paz en Tierra Santa

Un ayuno por la paz en Tierra Santa
El jesuita Esteban Velázquez, vinculado al Centro Persona y Justicia, se encuentra en pleno ayuno en Jérez del Marquesado (Granada), sede de la organización que preside, como gesto por la paz y contra las guerras, en especial la que hoy asola Tierra Santa.

Desde el 24 de diciembre, Velázquez se encuentra sin ingerir alimentos sólidos y en actitud de retiro para reclamar una declaración de los máximos representantes de las religiones del mundo, en especial a los representantes de las tres religiones abrahámicas (judía, musulmana y cristiana) que ponga fin a la masacre en Gaza y deje libres a los rehenes secuestrados por Hamas..

Ante “tanto sufrimiento humano acumulado por las múltiples guerras de gravedad máxima y en peligro de desencadenar procesos bélicos aún más graves y dolorosos”, confiesa que no puede vivir estas Navidades como las anteriores.

Por eso, explica, ha emprendido esta acción para pedir a los líderes espirituales de las tres religiones semíticas que llamen, a ser posible al unísono, a “un final inmediato de la guerra en Gaza”, que suponga la entrega de todos los rehenes por parte de Hamas y la retirada simultanea de todas las tropas israelíes del territorio de Gaza

También reclama “la desaparición del poder de veto de cualquier estado en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas”, como “nuevo intento de cambio substancial en las estructuras de las Naciones Unidas a corto y medio plazo”, ya que, entiende, “el mundo no puede esperar más ni seguir admitiendo como “dogma de fe” la inviabilidad de un cambio substancial del organismo que, hoy por hoy, es el principal foro de encuentro de los gobiernos del mundo”.

Este jesuita, que a lo largo de su vida ha pasado por El Salvador y Marruecos, explica que “todos podemos hacer algo por la paz, aunque tiene un coste personal que vale la pena si contribuye a acercarnos al mundo que soñamos”.

De momento, confiesa encontrarse bien de salud y con ánimo, gracias, además, de las múltiples llamadas de apoyo a este gesto que ha emprendido en solitario, “no por protagonismo”, sino para “no forzar a nadie a hacer algo que yo he decido consciente y voluntariamente”.

El sacerdote, presidente la Fundación Centro Persona y Justicia de Jérez del Marquesado en Granada, un pequeño pueblo cercano a Guadix, se ha dirigido por carta al presidente del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso, el sevillano Miguel Ángel Ayuso Guixot, “con el ruego de que lo haga llegar tanto al Papa Francisco”, así como a los máximos líderes de las tres religiones monoteístas.

“Si una persona es verdaderamente espiritual o ética no puede desentenderse de estas estructuras políticas que afectan a la vida de la gente. El objetivo principal de la fundación que estamos creando, Persona y Justicia, tiene como fundamento principal tratar de unir algo que nunca debe estar separado: lo espiritual y el compromiso sociopolítico”, abunda.

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