El obispo de Bilbao: “Cuidar el trabajo y cuidar a la persona que lo realizan son prioridades”

El obispo de Bilbao: “Cuidar el trabajo y cuidar a la persona que lo realizan son prioridades”
El obispo de Bilbao, Joseba Segura, dice que no se puede asumir ni justificar como “normales” las condiciones de informalidad, bajos salarios y precariedad de las trabajadoras del hogar

La diócesis de Bilbao celebra, hoy 28 de abril, una nueva jornada por el trabajo digno, convocada con el lema ¡Tenemos derecho al cuidado con derechos!. Por este motivo, el obispo, Joseba Segura, ha escrito una carta en la que indica que el objetivo del día es “ayudarnos a profundizar en el sentido humano y cristiano del trabajo y animarnos a defender su dignidad”.

En esta jornada, que coincide además con la celebración del Día Internacional de la Seguridad y Salud en el Trabajo, el obispo diocesano ha recordado las palabras del papa Francisco, en la Cumbre Mundial sobre el Trabajo de la OIT, en 2021, cuando subrayó la necesidad de incorporar la dimensión del cuidado en el ámbito de las relaciones de laborales. En ese foro, que reúne a las principales instituciones del mundo del trabajo, el cuidado fue hilo conductor de su mensaje: “Si el trabajo es una relación, tiene que incorporar la dimensión del cuidado, porque ninguna relación puede sobrevivir sin cuidado”, expresó el pontífice.

En este sentido, el obispo de Bilbao ha puesto el acento en el trabajo de cuidados del hogar, particularmente en las trabajadoras migrantes que lo realizan. Según escribe Segura, estos trabajos son “claves”, ya que atienden y acompañan a personas vulnerables pero que, por el contrario, son a esta trabajadoras a quienes se les niega los derechos laborales. “Trabajos no siempre reconocidos, muchas veces invisibilizados, realizados en su mayoría por mujeres de origen migrante que ven cómo, en muchas ocasiones, sus derechos laborales todavía no se respetan”, asevera.

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El trabajo decente empieza en el hogar

Es más, el obispo plantea que estas condiciones de trabajo de las empleadas del hogar de “informalidad”, de “bajos salarios” y de “precariedad” que se dan en situaciones cercana “no podemos asumir, ni menos justificar como normales”. Por eso pide, que el trabajo decente empiece en el hogar, cuidando a las personas trabajadoras que lo realizan, con condiciones justas y dignas.

“Cuidar el trabajo y cuidar a la persona que lo realiza son prioridades que necesitan nuestro apoyo y compromiso. Cuidar el trabajo es asegurar las condiciones necesarias para que se desarrolle en condiciones humanas y con dignidad”, puede leerse en su carta, que concluye, citando a Francisco, con una llamada a la comunidad cristiana de Bizkaia de coherencia y de compromiso por el trabajo decente “no podemos separar la alegría del anuncio del evangelio, del esfuerzo para mejorar las condiciones laborales en las que desarrollamos nuestro trabajo. Todos y todas tenemos que luchar para que el trabajo sea una instancia de humanización y de futuro”.

 

 

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