La delegada española de los trabajadores en la OIT: “Sin trabajo decente no habrá justicia social”

La delegada española de los trabajadores en la OIT: “Sin trabajo decente no habrá justicia social”
FOTO | @AlejandraORF, vía Twitter
“El trabajo decente y la justicia social deben ser para todos y todas, sin excepción”, ha defendido esta mañana la delegada de los trabajadores y trabajadoras de España en la 111 Conferencia Internacional del Trabajo, Cristina Faciaben, secretaria de Internacional, Cooperación y Migraciones de CCOO.

En su alegato, ha reclamado el cumplimiento de los derechos humanos y ambientales a lo largo de toda la cadena de valor por parte de las empresas, por lo que ha pedido la aplicación del tratado vinculante sobre diligencia debida  y reforzar las normas de OIT en esta materia.

En este sentido, no ha podido menos que celebrar “el mandato del Parlamento Europeo para la negociación de la Directiva Europea sobre Diligencia Debida” y los avances importantes en justicia social” alcanzados en España en los últimos años. De ellos, ha dicho que, aunque “insuficientes”, están en la buena línea.

Ha comenzado señalando los “enormes desafíos” a los que enfrenta hoy el mundo, como son “la crisis climática y los nuevos liderazgos económicos que complican las frágiles instituciones multilaterales”, para detenerse algo más, dentro de lo limitado del tiempo asignado, en las tensiones que afectan a la población trabajadora, en referencia a “las nuevas formas de organización del trabajo, la digitalización, la robotización o la terciarización de la actividad y las deslocalizaciones productivas”, en el marco de “una globalización de la economía gestionada desde lógicas neoliberales”.

Así ha advertido que “no existirá justicia social sin trabajo decente” y ha recordado que “el único contrato social” alcanzado en este siglo es la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible, cuyo número 8, sobre Trabajo Decente, dirige la acción pública al pleno empleo, el trabajo de calidad, la formalización del trabajo, ingresos justos, protección social, entornos seguros de trabajo, negociación colectiva, libertad sindical y derecho de huelga.

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Además, ha defendido que “el trabajo decente también es igualdad de oportunidades y no discriminación, así como una distribución equitativa de la riqueza y, como no, transiciones justas”, que, ha añadido, para que puedan llamarse justas, deben incorporar la participen de los y las trabajadoras.

Faciaben ha defendido la necesidad de la intervención del Estado en el mercado de trabajo, el diálogo social y la negociación colectiva, que como se ha visto han servido para amortiguar “el impacto sobre el empleo de las sucesivas crisis”. No ha dejado pasar la oportunidad para presentar los logros de la concertación social de nuestro país en “la mejora de la calidad del empleo”, compatible con la generación de empleo.

 

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