Trabajadores cristianos de Córdoba visibilizan “el sufrimiento humano” provocado por la siniestralidad laboral

Trabajadores cristianos de Córdoba visibilizan “el sufrimiento humano” provocado por la siniestralidad laboral
La Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) de Córdoba visibiliza con un gesto público “el sufrimiento humano” que provoca la siniestralidad laboral y denuncia “la injusticia que sustenta nuestro modelo productivo”

El viernes 26 de abril, la HOAC de Córdoba, acompañados por movimientos y delegaciones de la iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente (ITD) en la diócesis y por la asociación de víctimas de accidentes laborales (AVAELA), realizaron un gesto público, junto a la Iglesia de San Nicolás, para conmemorar el Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo, “una efeméride que nos recuerda que no hay trabajo decente si no es saludable, si no busca mantener el máximo estado de bienestar físico, mental y social de los trabajadores y las trabajadoras”, y visibilizar la dura realidad de siniestralidad laboral que existe en el mundo del trabajo.

“Con este acto queremos seguir siendo la Iglesia de Jesucristo que no pasa de largo ante el sufrimiento humano, que, además de atender a las víctimas que pierden a seres queridos en el tajo o a las personas trabajadoras a las que se le arrebata la salud, alza una voz profética para denunciar la injusticia que sustenta nuestro modelo productivo”, subrayan en su comunicado y recuerdan las palabras del papa Francisco al señalar que “cada muerte en el trabajo es una derrota para toda la sociedad”.

La HOAC de Córdoba denuncia la muerte de dos personas trabajadoras al día, la alta siniestralidad existente en el mundo del trabajo, así como el deterioro de la salud de miles de trabajadores y trabajadoras. “A pesar de los avances que indudablemente se han producido en materia de prevención de riesgos laborales, lo cierto es que nos seguimos despertando en nuestro país con la muerte de casi dos personas trabajadoras y con 13 accidentes graves diarios”.

Cada persona que pierde la vida trabajando “más que contarlos al final de cada año, deberíamos recordar sus nombres, porque son personas y no números. ¡No permitamos que se equiparen el beneficio y la persona!”, alertan.

 

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Sin embargo, esta dramática realidad se invisibiliza, perpetuando la creencia de que son responsabilidad individual y no un problema social y político, consecuencia de relaciones laborales injustas y con escasa cultura del cuidado en el trabajo. “Un silencio ensordecedor que mantiene en el imaginario colectivo la idea de que el accidente llega de la mano de la imprudencia y que es un asunto individual, exclusivo de quien sufre el accidente”, subrayan desde la HOAC, “cuando es un problema social y como tal, político, consecuencia de las relaciones laborales injustas, que priorizan el rendimiento económico por encima de la persona”.

Defensa común del trabajo decente

Este movimiento de trabajadoras y trabajadores cristianos anima a la comunidad diocesana a sumarse a la defensa del trabajo decente para todas las personas. “No puede quedar solo en un gesto simbólico, sino que debe ser un paso más en la lucha por unas condiciones de vida y trabajo dignas para el ser humano. Todas las personas estamos llamadas a esta tarea. Es ahí donde debemos encontrarnos codo con codo”.

Por eso, consideran que “hoy más que nunca necesitamos una Iglesia que esté anticipando el reino de Dios y su justicia. Una Iglesia que, junto a otras organizaciones civiles, sindicales y sociales, empuje la historia para que todas las personas tengan vida. Que el Cristo obrero nos acompañe”, concluyen.

 

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