La falta de seguridad y salud en el trabajo: pandemia eterna

La falta de seguridad y salud en el trabajo: pandemia eterna

5 de enero: “Trasladado a Reina Sofía con pronóstico reservado un trabajador herido en Hinojosa del Duque.” 18 de enero: “Muere un trabajador de Cañete de las Torres tras recibir un golpe en la cabeza en una fábrica de Alcaudete, donde trabajaba”. Ese mismo día: “Dos operarios heridos en una obra en el Hospital Provincial de Córdoba”.

Esta es la sucesión de noticias recogidas cronológicamente en los primeros días del esperado 2021 en nuestra provincia; esta es la nefasta cadencia que semana a semana, mes a mes, año a año, va dejando la siniestralidad laboral. Estadísticamente, en 2020, 708 muertes en España (casi 2 diarias), 111 en Andalucía y 7 en Córdoba. 7243 accidentes con baja ¡¡solo en nuestra provincia!!

Esta realidad, a pesar de ser trágica, son vidas humanas que se truncan, es sólo la punta del iceberg de la falta de seguridad y salud en el trabajo. A los accidentes laborales y a las enfermedades profesionales hay que añadirle las enfermedades relacionadas con el empleo o su ausencia.

Ese drama, que es ya de por sí pandémico en nuestro mercado de trabajo, se ha visto agravado con la Covid-19. ¿Cuántas personas trabajadoras se han contagiado por no tener la protección necesaria? ¿Cuántas de ellas han muerto o han quedado con secuelas? ¿Cuántos hombres y mujeres del trabajo tienen problemas psicosociales por la crisis sanitaria y social que se ha provocado? ERTE, ERE, desempleo, precarización de los puestos de trabajo…

Desde nuestra mirada de fe, las causas de tanto dolor e injusticia tienen que ver con: el afán de beneficio por encima del interés y la seguridad de las personas; la ausencia de unas políticas económicas y laborales que prioricen el trabajo y a la persona que lo realiza; la falta de una cultura de la prevención; la ausencia de medidas eficaces que obliguen a las personas y empresas a que el trabajo sea seguro. Y, como esta crisis sanitaria y social ha puesto de manifiesto, al debilitamiento de lo público frente a una estrategia de externalización de servicios que nos ha mermado capacidad para afrontar esta emergencia social.

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En una fecha  tan significativa como el 28 de abril, Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo, la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) de Córdoba, iglesia presente en el mundo obrero y del trabajo, hace suya la idea de salud laboral (también llamada salud ocupacional), que aportan la OIT y la OMS cuando la definen como “conjunto de actividades que buscan mantener el máximo estado de bienestar físico, mental y social de los trabajadores, promoviendo la adaptación del trabajo a la persona y de la persona a su trabajo”. Urgimos a nuestras instituciones y gestores a poner en valor este planteamiento, al desarrollo de la prevención y a cuidar todos los factores que puedan llegar a poner en peligro la vida, la salud o la seguridad de las personas en sus respectivos trabajos.

Nos solidarizamos con sindicatos, asociaciones y otros colectivos que con sus prácticas y reivindicaciones están luchando por condiciones y ambientes de trabajo adecuados, donde se pueda desarrollar un trabajo digno y seguro.

Por nuestra parte seguiremos concentrándonos cada vez que un trabajador/a pierda la vida en nuestra provincia para sentirnos solidarios y cercanos al dolor de su familia, para cambiar la mentalidad existente ante el problema, para reclamar las medidas necesarias y la implicación institucional oportuna que dignifique el valor supremo de la persona y su trabajo, y para gritar, una vez más.

¡¡¡El trabajo es para la vida, ni una muerte más!!!

 

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