Crece la pobreza y las dificultades de llegar a fin de mes

Crece la pobreza y las dificultades de llegar a fin de mes
Los resultados de la Encuesta de Condiciones de Vida (ECV-2020), que realiza el Instituto Nacional de Estadísticas, muestran un aumento de pobreza en España que se ceba mayoritariamente en las trabajadoras y los trabajadores sin empleo.

Dos principales ideas encierran este estudio: el aumento de la población en riesgo de pobreza o exclusión social (tasa AROPE) hasta el 26,4%, 1,1 punto más desde 2019; y el crecimiento hasta el 7% de la población en situación de carencia material severa, frente al 4,7% del año anterior. Una realidad que determina un empobrecimiento generalizado del pueblo trabajador, en un contexto de crecimiento económico.

La tasa de riesgo de pobreza o exclusión social AROPE (por sus siglas en inglés, At risk of poverty or social exclusion) se creó en 2010 para medir la pobreza relativa en Europa. Este indicador “se construye con la población que se encuentra en riesgo de pobreza, o con carencias materiales o con baja intensidad en el empleo”, aclara el estudio.

Trabajadores sin empleo y carencias básicas

El riesgo de pobreza es un indicador relativo que mide desigualdad. No mide pobreza absoluta, sino cuántas personas tienen ingresos bajos en relación al conjunto de la población. En 2020, el porcentaje de población con ingresos por debajo del umbral de riesgo de pobreza (la llamada tasa de riesgo de pobreza) se situó en el 21,0% de la población residente en España, frente al 20,7% del año anterior.

En relación con la actividad, el 54,7% de los parados estaba en riesgo de pobreza o exclusión social, frente al 15,0% de los ocupados y el 16,7% de los jubilados.

Por otro lado, el porcentaje de población en situación de carencia material severa en 2020 aumento hasta situarse en el 7%, frente al 4,7% del año anterior. Se considera que una persona está en situación de carencia material severa si vive en un hogar que declara tener carencia en al menos cuatro elementos de los nueve de la lista siguiente: 1) No puede permitirse ir de vacaciones al menos una semana al año. 2) No puede permitirse una comida de carne, pollo o pescado al menos cada dos días. 3) No puede permitirse mantener la vivienda con una temperatura adecuada. 4) No tiene capacidad para afrontar gastos imprevistos (de 750 euros). 5) Ha tenido retrasos en el pago de gastos relacionados con la vivienda principal (hipoteca o alquiler, recibos de gas, comunidad…) o en compras a plazos en los últimos 12 meses. 6) No puede permitirse disponer de un automóvil. 7) No puede permitirse disponer de teléfono. 8) No puede permitirse disponer de un televisor. 9) No puede permitirse disponer de una lavadora.

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La cuestión que más ha empeorado son los retrasos en el pago de gastos relacionados con la vivienda principal o en compras a plazos en los últimos 12 meses (13,5%, frente a 8,3% en 2019) o no poder permitirse una comida de carne, pollo o pescado al menos cada dos días (5,4%, frente a 3,8%).

“Llegar a fin de mes con mucha dificultad”

Según el estudio, el 10% de la población manifestó llegar a fin de mes con mucha dificultad en 2020. Este porcentaje fue 2,2 puntos superior al registrado el año anterior. Por su parte, el 35,4% no tuvo capacidad para afrontar gastos imprevistos, frente al 33,9% del año 2019. El 34,4% de la población no se pudo permitir ir de vacaciones fuera de casa al menos una semana al año. Este porcentaje fue un punto superior al registrado en 2019.

 

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