Naturaleza

Naturaleza

Y miré en la distancia
esos días de claustro y soledad,
cuando este tiempo estivo
–un matinal gorjeo
que julio nos regala–
se vuelve despertar y algarabía.

Esta necesidad de llenar los pulmones
con el impulso que sustenta,
se hace vital.

Son las heridas de la Tierra
las que nos gritan, ven,
traen mensajes que ponen patas arriba el sueño,
y sus parcelas llevan el idioma del mundo.

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