Poner la vida en el centro de la actividad socioeconómica

Poner la vida en el centro de la actividad socioeconómica
La sesión inaugural de la XVª edición de IDEARIA ha sido escenario de la presentación de la nueva Carta de Principios de la Economía Social y Solidaria, el “Manifiesto por una nueva economía que ponga la vida en el centro”.

Este documento nace como resultado de un largo proceso de discernimiento colectivo dentro del movimiento de la economía social y solidaria para identificar y compartir su ADN original, “el corazón que hace que seamos lo que somos y que construyamos las alternativas que estamos construyendo”, en palabras del histórico integrante de la Red de Redes de la Economía Social y Solidaria, Carlos Azkunze.

Más que defender la identidad y la tarea de este movimiento, la carta quiere ser un nuevo impulso que haga “mejores” a las personas, empresas, organizaciones e instituciones que apuestan por la transformación de la economía y permita aumentar su “impacto social, político  y económico”, pero sobre todo, para que sirva para reforzar “la ilusión, la esperanza y el compromiso para conseguir construyendo junto a otras una economía más feminista, ecológica, democrática y, por supuesto, más solidaria”.

La nueva carta, en palabras de Azkunze, “no nos la queremos quedar”, sino que se ofrece “para que cualquier persona, empresa, organización e institución pública haga suyos estos principios y valores”, y así poder “colaborar desde la diferencia en la construcción de alternativas”.

El manifiesto recoge los principios rectores del movimiento de la economía social y solidaria, como no podía ser de otra manera. “No entendemos la economía ni las propuestas transformadoras sin profundos valores y sin proyectos y relatos políticos para hacer frente a los urgentes retos ecosociales de nuestro tiempo y del planeta”.

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La actualización de la carta quiere responder a esos retos, entre otras cosas, porque “ni el planeta, ni la economía, ni el movimiento son los mismos de 1995 cuando se hizo la primera carta y nació REASS, ni en 2000, ni en 2011 cuando se revisaron sus contenidos.

De hecho, sigue Azkunze, “nunca el movimiento de la economía social y solidaria y el conjunto de las economías transformadoras había mostrado tanta vitalidad, tanta capacidad, tanta innovación y tantas propuestas, ni había mostrado tanto impacto social, político y económico”

El plantea se enfrenta hoy como nunca antes al reto de “su propia supervivencia”, al tiempo que “el capitalismo financierizado, ecocida, heteropatriarcal, violento, colonial se ha convertido en un sistema de dominación múltiple que alcanza todas las esferas de la vida”

La actual carta recoge y profundiza en tres aportes: el feminismo, de donde surgió la revisión, el ecologismo y la profundización democrática, para establecer la equidad, el trabajo digno, el reparto justo de la riqueza, la sostenibilidad, la cooperación y el compromiso con el entorno, como sus orientaciones fundamentales.

 

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