La sinodalidad ha venido para quedarse

La sinodalidad ha venido para quedarse
En primer lugar, deseo manifestar mi agradecimiento a Noticias Obreras por brindarme, de nuevo, la oportunidad de escribir unas líneas sobre un acontecimiento de gran relevancia para la Iglesia que peregrina en España, como ha sido esta primera fase del proceso sinodal que nos prepara para el Sínodo de los Obispos (octubre 2023), «Por una Iglesia sinodal, comunión, participación y misión»

A nivel personal, como secretario del Equipo Sinodal de la Conferencia Episcopal Española, esta experiencia ha sido muy enriquecedora, porque me ha permitido trabajar en comunión y sinodalidad con los miembros del propio equipo, en el que estaban obispos, sacerdotes, vida consagrada y laicos y laicas. También durante este curso, he tenido la oportunidad de visitar muchas diócesis de España impartiendo formación a sacerdotes y laicos, descubriendo cómo, frente a los miedos y reticencias iniciales ante el proceso sinodal, poco a poco, iban surgiendo el entusiasmo y las ganas de participar.

El proceso sinodal en España ha sido un tiempo corto, pero muy intenso, marcado también por la pandemia, en el que los sentimientos más repetidos son la ilusión y la esperanza. Lo más importante no han sido los temas sobre los que se ha dialogado, sino la experiencia de comunión, de escucha abierta, entre todos los que formamos parte de la Iglesia (laicos, vida religiosa y pastores).

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