Las trabajadoras de hogar transfronterizas en Ceuta y Melilla siguen excluidas

Las trabajadoras de hogar transfronterizas en Ceuta y Melilla siguen excluidas
La reforma del empleo del hogar no contempla la situación en la que actualmente se encuentran las trabajadoras de las fronteras de Ceuta y Melilla, queiene siguen padeciendo las restricciones impuestas durante lo peor de la pandemia de la Covid-19.

La Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA) ha recordado que sigue vigente la restricción de la movilidad hacia Ceuta y Melilla de la ciudadanía de las wilayas –regiones- de Tetuán y Nador, a pesar de la apertura de las fronteras terrestres entre Marruecos y España, efectuada el pasado 17 de mayo de 2022, después de más de dos años de cierre.

Estas personas que diariamente cruzaban en las dos direcciones las frontera sur terrestre han perdido la posibilidad de tener contrato de trabajo o permanecen en las ciudades autónomas españolas, sin atreverse a regresar a Marruecos, para no quedarse sin la oportunidad de regularizar su situación en nuestro país, por lo que “la desesperación y el abandono cunden entre un colectivo ya castigado”, asegura la asociación.

Los actuales Gobiernos español y marroquí, que han retomado sus relaciones diplomáticas, pactaron mantener las restricciones fronterizas. La parte marroquí  achaca la decisión a la petición de Ceuta y Melilla de mejorar el control fronterizo y frenar el trabajo sin contrato de personas marroquíes. Los enclaves autónomos, en cambio, atribuyen al país vecino la responsabilidad del cierre por su interés en terminar con el porteo y la dependencia de mercancías desde las ciudades españolas.

A juicio de la organización de derechos humanos, la restricción de la movilidad deja en suspenso el articulo 1b de la parte III del Acuerdo de Schengen, por el que se establece un “régimen específico de exención de visado en materia de pequeño tráfico fronterizo entre Ceuta y Melilla y las provincias marroquíes de Tetuán y Nador”.

Esta disposición había sido incluida en la Ratificación del Protocolo de Adhesión de España al Acuerdo Schengen, en el que se incorporó una declaración relativa a Ceuta y Melilla, entró en vigor en 1994, y fue firmado por todos los países del espacio Schengen.

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A efectos prácticos, explica la organización, significa que la ciudadanía marroquí que tuviera un pasaporte emitido en la wilaya de Tetuán o Nador no necesitaba visado para entrar en Ceuta o Melilla, con la única limitación de que no podían pernoctar en los enclaves.

La organización critica la limitación a la movilidad que se está aplicando a la ciudadanía de las wilayas de Tetuán y Nador, “a quienes no se ha tenido en cuenta y que han visto mermado su derecho a la libre circulación de forma unilateral”.

Estas excepciones se fundamentan en antecedentes históricos, puesto que desde el Tratado de Paz y Comercio, de 28 de mayo de 1767 entre Marruecos y España se permitía un libre comercio entre las poblaciones de ambos lados de la frontera y la Declaración Conjunta de 7 de abril de 1956, que suprime los visados y las formalidades administrativas para la circulación de una zona a la otra, así como por los vínculos culturales y comerciales en la región.

En suma, concluye la organización, “con el atropello del derecho histórico a circular por las fronteras de las ciudades autónomas con Marruecos para las personas residentes en las zonas cercanas se ha ido asfixiando paulatinamente a la población de las wilayas, sin que desde el Gobierno de España se haya tenido en cuenta que las personas que trabajan en las ciudades autónomas son personas con derechos que, además, sostienen la vida y muchos de los negocios de Ceuta y Melilla”.

 

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