Viviendo juntos

Viviendo juntos
Imagen | www.lacol.coop
Hace muchos años, Paloma San Basilio cantaba que, viviendo juntos se decía adiós a los problemas. ¿Se refería a los de vivienda, uno de los más graves que sufrimos?

En España dedicamos a alquiler, según el Instituto Nacional de Estadística, más del 40% de los ingresos, y subiendo. De media, claro, porque quien escribe y seguramente muchas personas que leen estas líneas dedicamos un porcentaje bastante mayor. Entre los jóvenes, en 2020 llegaba al 92,9% del salario neto, según el Consejo de la Juventud.

La vivienda en propiedad es una alternativa, pero no está al alcance de cualquiera, incluso si decidimos hipotecar hijos y nietos. Y no olvidemos los desahucios que no cesan, privando a miles de personas de un derecho tan básico. Tener un techo, un espacio donde vivir, es una necesidad y un derecho que no debería estar sujeto a especulación, sino garantizado por los poderes públicos, como es su obligación. Ese es el problema, una vez más: que los derechos son tratados como mercancía.

¿No hay manera de escapar de esta maldición? Pues sí, alguna manera hay. Se llama vivienda cooperativa en cesión de uso, está inventada hace tiempo y cada vez más extendida. Lejos de ser una cooperativa formada para construir un edificio, que desaparece cuando está hecho y las viviendas en manos de sus propietarios, se trata de un proyecto que permanece. La propiedad en este caso no es individual, sino colectiva, porque lo que realmente necesitamos en dónde vivir, no poseer una vivienda.

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